El Internet móvil, la nueva guerra santa
La mejor prueba de que el futuro está en el móvil se revela en la ofensiva de Google. Con su teléfono Nexus One, el gigante intenta mantener su posición dominante a pesar del cambio de generación tecnológica. Algo que ni IBM ni Microsoft lograron de manera satisfactoria al pasar, respectivamente, de los mainframes al PC y de éste a la Web. La diferencia, aunque no constituye garantía de éxito: Google quiere ocupar anticipadamente el nuevo terreno, y de manera más agresiva.
Paradójicamente y con razón, ArsTechnica.com afirma que el mayor interés del Nexus One no reside en el teléfono sinó en la página ( http://google.com/phone) desde donde cualquiera (en EEUU de momento) puede comprar un Nexus desbloqueado y usarlo con una tarjeta SIM de cualquier operador. Una manera discreta de romper con los mecanismos que nos mantienen atrapados en sus redes por tiempos determinados y excesivos.
Quienes lo han probado lo encuentran tan bello como un iPhone pero sin algunas de sus cualidades. Entre otras, la pantalla para ampliar o reducir contenidos con un simple movimiento de dedos. Para Walter Mossberg, del Wall Street Journal, es el aparato "que podría llevar como mi computadora de mano. Tiene buena combinación hardware-software; es más fino que el iPhone, su pantalla más grande y la cámara, mejor. Pero el iPhone, tiene 100.000 aplicaciones (18.000 Android) y más memoria para almacenar".
Se trata de la primera versión de Nexus. Google lanza productos en beta para después mejorarlos con las contribuciones de la comunidad. Tim O'Reilly subraya que está mejor enlazado a la web, virtud esencial para pasar con éxito a la siguiente etapa: la Web móvil.
Las comparaciones desvelan que "hay una nueva religión en estas guerras santas. Y es Google", dice con sorna David Pogue. Su crítica "más bien positiva" del Nexus dio lugar a una reacción bastante violenta de lo que él llama "el ejército Android". Le recuerda, como a todos, cuando no se podía criticar aunque fuese cierto a Apple. La razón es que Android es un sistema más abierto y la ironía, que Apple todavía pretende "pensar diferente" aunque se haya convertido en una empresa de "consumidores ovejas".
La rivalidad surgida al comparar ambos aparatos es apenas una "escaramuza", según John Murrell de Silicon Valley. La verdadera batalla es por la hegemonía en la era nómada. En un frente, Apple con su iPhone OS, iPhone, iTouch y la anunciada iSlate. En el otro, Google con Android, Nexus One y Chrome.
La amarga ironía es que Apple podría encontrarse frente a Google en la posición que quedó, hace 25 años, tras su confrontación con Microsoft. Henry Blodget lo explica en BusinessInsider: "Una vez más Apple ha tomado la delantera con un producto revolucionario. Una vez más los consumidores están locamente enamorados y su inversores están seguros de la futura dominación del mundo de la companía. Una vez más Steve Jobs es Dios. Y una vez más Apple insiste en vender un aparato con programas integrados bajo su férreo control mientras su competidor, Google , disemina programas de bajo costo con decenas de fabricantes de hardware, consiguiendo la ubicuidad de su plataforma." El futuro demostrará lo que Jobs (quien no parece reaccionar de manera diferente) ha aprendido en 25 años.
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