El impacto del paro disminuyó en los últimos ocho meses de 2009
Ocho de cada diez parados perdieron su empleo en el primer cuatrimestre
El crecimiento del paro se ralentizó de manera significativa en la segunda mitad de 2009, según los datos que ayer proporcionó la consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, al término de la reunión semanal del consejo de Gobierno. "Los datos son irrefutables: el impacto del desempleo va decreciendo con el paso de los meses", aseguró.
Según los datos aportados ayer por Zabaleta, la mayor parte de la destrucción de puestos de trabajo se produjo en el primer cuatrimestre de 2009. Entre enero y abril se inscribieron en las oficinas del Servicio Nacional de Empleo, antiguo Inem, ocho de cada diez nuevos parados del año pasado. Al término de ese primer cuatrimestre la cifra de desempleados se situó en 122.111 personas cuando ocho meses antes había 81.910 "Fueron los meses más duros en lo tocante a la pérdida de puestos de trabajo", dijo.
La Seguridad Social perdió 26.604 afiliados hasta abril y 875 el resto del año
Ése fue el número de desempleados que recibió el actual Gobierno, durante cuyo mandato, en los ocho meses transcurridos desde su toma de posesión, se ha incrementado en otras 6.090 personas, hasta alcanzar a 31 de diciembre la cifra total de 128.201. Ese incremento supone un crecimiento del paro del 4,9% sobre la herencia recibida. "No nos sirve de consuelo", puesto que el paro sigue subiendo, añadió, ni tampoco se trata de "colgarse ninguna medalla o quitársela a nadie; es lo que dicen los datos", resaltó.
La consejera contrastó la cifra de los 6.000 parados más en los ocho primeros meses del Gobierno actual con la pérdida de 40.201 puestos de trabajo en idéntico período del final del mandato del ejecutivo tripartito de Ibarretxe: su último curso político se inició en septiembre de 2008 con 81.910 parados y terminó con los 122.111 que recibió en mayo de 2009 el equipo de Patxi López. El incremento que se produjo, frente al 4,9% actual, fue entonces del 49% sobre la cifra inicial de parados.
La consejera apuntó que esa subida en 6.090 desempleados durante el mandato actual se verá en parte enjugada con la puesta en marcha del plan de choque para contratar a 7.000 personas, vía ayuntamientos, con la partida arbitrada en las medidas presupuestarias urgentes aprobadas por el Gobierno en otoño. Zabaleta abrió además la puerta a "la posibilidad de mantener ese programa en el tiempo si lo vemos necesario".
La consejera de Empleo complementó los datos comparativos sobre el crecimiento del desempleo en ambos períodos con los de las caídas en los mismos plazos en las afiliaciones a la Seguridad Social. De los 27.479 cotizantes menos con que ha cerrado 2009 la comunidad autónoma, 26.604 se perdieron en los cuatro primeros meses del pasado año, mientras entre mayo y diciembre sólo se habrían dado de baja 875 personas. "Siendo el desempleo un problema grave, que es una prioridad política, los ritmos de desaceleración son los que arrojan estos datos", que, reiteró " son irrefutables".
Aunque todas las previsiones apuntan que la destrucción de empleo continuará también a lo largo de este año, esa tendencia parece indicar que la pérdida de puestos de trabajo será notablemente más matizada que la acaecida en el último tramo del mandato del equipo anterior.
La valoración de la consejera de Empleo conecta con las estimaciones del consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, que señaló en la presentación de los Presupuestos en el Parlamento que el año 2010 terminará con un crecimiento de la economía vasca, aunque lo fijó en la poco significativa cifra del 0,1% y dijo que no espera que vaya a ir acompañado aún de un crecimiento del empleo.
"Nombres y apellidos"
Zabaleta puso de relieve la importancia de contar "lo antes posible" con las políticas activas de empleo, que puso en relación directa con la eficacia en la lucha contra el paro. La competencia permitirá al Gobierno, dijo, saber "quién es quién" entre cada uno de esos 128.000 desempleados, ponerles "nombres y apellidos", detectar a los más vulnerables, conocer edades, prestaciones, situaciones personales y necesidades formativas o de inserción de manera individualizada. Y sobre esa información, trazar, también de modo personal, "itinerarios" que les reconduzcan al mercado laboral. El Gobierno tendrá ahí un instrumento "de gran poder" y Zabaleta adelantó que la formación será la estrella del plan de choque que pondrá en marcha en cuanto llegue el traspaso. "Hemos sido y vamos a seguir siendo los más exigentes", dijo. La transferencia es "irrenunciable" y, más allá de complejidades técnicas, dificultades políticas o "traspiés" en su desarrollo, dijo, es para el Ejecutivo "una prioridad política", recalcó.
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