Los sindicatos censuran a los mandos de los bomberos por el fuego de Horta de Sant Joan

Los tres sindicatos de los Bomberos de la Generalitat rechazaron ayer el contenido del informe del Departamento de Interior que atribuye errores en la actuación de los cinco profesionales fallecidos en Horta de Sant Joan (Terra Alta) el pasado mes de julio durante la extinción de un fuego. "Son conclusiones políticas, no técnicas. Estamos indignados", señaló el responsable de UGT, Antonio del Río. En su opinión, "la responsabilidad es del mando por no ordenar la evacuación".

"Hubo un vacío en la toma de decisiones que no se puede achacar a los bomberos", subrayó el líder de Catac, Pere Arbàs. "No podemos estar de acuerdo con estas conclusiones", remató el portavoz de CC OO, Manel Farré.Los sindicatos consideran que el informe contiene "sospechosas" lagunas, como la "brutal" descoordinación del mando que coordinaba a los efectivos, así como la comunicación con los medios aéreos, que, según la Generalitat, no pudieron despegar por las rachas de viento de hasta 54 kilómetros por hora. También recuerdan la falta de aprovisionamiento de los efectivos, que en el momento de quedar cercados llevaban más de tres horas sin bebida ni comida, aseguraron los sindicatos.

"Los fallecidos hicieron aquello para lo que estaban formados. Es la formación y la metodología la que no es adecuada, y la Generalitat debería replantearla", apuntó el líder de Catac.

Interior mantiene que no hubo descoordinación, pero apenas tres meses después de aquel siniestro, fueron destituidos tres cargos clave de la Dirección General de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos que participaron en las tareas de extinción del incendio forestal. Los relevados fueron el subdirector general operativo, Antoni Rifà, que sólo un mes antes había recibido del consejero Joan Saura la medalla de oro de la Generalitat en reconocimiento al cuerpo; el jefe de la operación de divisiones, Manel Bosch, y el jefe de la división de la sala central de bomberos, Bienvenido Aguado.Aguado, además, desempeñó la función de coordinación aérea durante el incendio, según explican fuentes del cuerpo. El cese de estos tres cargos se publicó en el Diari Oficial de la Generalitat el pasado 30 de octubre.

Los sindicatos de los bomberos consideran que las destituciones fueron una depuración velada por la descoordinación sufrida durante el operativo de Horta de Sant Joan. Los tres mandos habían sido nombrados en 2007 y sus nuevos destinos fueron a la baja. Rifà fue relevado por Joan Rovira como subdirector general operativo y nombrado sustituto de Aguado como jefe de la sala central.

Bosch fue destinado sin cargo a la región metropolitana norte del cuerpo y Aguado fue nombrado jefe de Salvamento Marítimo, un cargo sin demasiadas competencias a la espera de que se desarrolle el Estatuto.

Por otra parte, fuentes judiciales explicaron que el sumario constata que las dos personas encarceladas por los hechos avisaron que habían prendido fuego a las dos horas de iniciarse el incendio después de haber encendido la hoguera, la tarde del 20 de julio, y tomar fotografías de las llamas, ya descontroladas, en su huida. De las declaraciones prestadas ante la juez por Lorenzo Forner y Juan Antonio Paz, de 27 y 26 años, respectivamente, se desprende que no tenían intención de provocar el incendio, pero tampoco ofrecen ninguna explicación razonable sobre su actuación.

El Juzgado Único de Gandesa (Terra Alta) les acusa de un delito de incendio forestal, con la agravante de afectar a una gran superficie y un espacio protegido, pero la fiscalía considera que se les debe imputar también por cinco delitos de homicidio por imprudencia. Pau Simarro, abogado de la familia de una de las víctimas, apoya la tesis de la fiscalía y en los próximos días solicitará al juzgado que acuerde diversas diligencias. Entre ellas, que se examine el estado del bombero superviviente, Josep Pallàs, de 36 años, que permanece hospitalizado, para determinar si puede declarar ante la juez.