Cumplir 50 años
Este 8 de enero, Eduardo Puelles habría cumplido 50 años y los habría celebrado como celebró muchos a lo largo de su quebrada vida, trabajando por la paz, la libertad y la justicia, intentando poner a disposición de esta última a los asesinos terroristas de ETA, y también de la yihad islámica, que se encuentran entre nosotros, para que los ciudadanos de este país se sintieran, al menos, un poco más libres.
Lo celebraría con sus compañeros, cómplices en su trabajo, y llegaría a su casa y lo celebraría con su familia y habría recibido las llamadas de su madre, hermanos y amigos, felicitándole, ignorantes de su diaria heroicidad pero sabedores de la calidad humana y fraternal que atesoraba.
Porque su familia, sus amigos y sus compañeros le admiraban por lo que era, una persona normal y corriente, humilde y trabajadora, como los héroes reales; que como el resto de víctimas de ETA intentó ser el mejor profesional posible y el mejor marido, padre, hijo, hermano y amigo que uno pudiera tener, porque, cuando ETA asesina, asesina a personas normales y corrientes, humildes y trabajadoras.
Edu cumpliría 50 años, como la banda de asesinos que acabaron con su vida, pero ellos siguen cumpliendo años y aniversarios, mientras que nosotros hemos dejado de contar aunque no de recordar.
Nos gustaría regalarte el fin de tus asesinos, pero sólo podemos prometerte lo que tú nos ofreciste, trabajo, tesón, honestidad, humildad y legalidad para acabar con ellos.
No sabemos cuándo te podremos entregar este regalo, pero, mientras tanto, las 50 velas que pondremos por ti, y que tus asesinos no te dejaron nunca soplar, no se apagarán jamás hasta que podamos ofrecértelo.
Zorionak zure urtebetetzeagatik Edu, siempre cumplirás muchos más en nuestra memoria.
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