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"Renuncio a seguir luchando", dice Díaz Pardo a los accionistas del IGI

El intelectual deposita el patrimonio documental del centro en Cervo

En más de cuatro camiones cargados de papeles cabe todo lo que Isaac Díaz Pardo, ideólogo y cofundador de Sargadelos en 1963, ha conservado del proyecto de su vida. Estos días empaqueta, en la sede del Instituto Galego de Información (IGI) de Santiago, acompañado de sus colaboradores más estrechos y su médico personal, un patrimonio en el que consta el archivo del Gobierno gallego en el exilio -Consello de Galiza- o la herencia artística de su padre, Camilo Díaz Baliño. "Lo más importante es poner a salvo la documentación que hay aquí", declaraba ayer. Díaz Pardo (Santiago, 1920) da por hecho que la asamblea de socios del IGI, convocada para este lunes bajo mandato judicial, lo destituirá del último cargo que ostentaba en el grupo Sargadelos y ha decidido presentar antes su propia renuncia.

"Lo más importante es poner a salvo los documentos que hay aquí"
El fundador del grupo no irá a la asamblea de socios que lo destituirá
Residirá en la casa familiar de Sada, en los mismos terrenos que O Castro
Feijóo le ha prometido ayuda y Cultura se pondrá a estudiar el caso
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El veterano intelectual no asistirá a la reunión a la que están convocados más de 300 accionistas. Hace dos años, un defecto de forma impidió a la mayoría controlada por los actuales gestores de la fábrica de cerámica destituir al aún consejero delegado del IGI. Pero ayer, Díaz Pardo cursaba una carta a todos los participantes en la propiedad de la que fuera sede del Laboratorio de Formas y Ediciós do Castro en la que arroja la toalla. "Renuncio a seguir luchando, seguro de que las responsabilidades vendrán aunque no me encuentren vivo", escribe. Junto a él, tampoco acudirán a la junta de accionistas Valentín Paz Andrade y Víctor Rupén, los dos apoyos que Díaz Pardo conserva en la directiva del IGI.

En la misiva, encabezada por un "benquerido accionista e amigo", el también pintor y diseñador gráfico enumera lo que, a su juicio, conformaba "el significado reivindicativo de la cultura gallega en el Grupo Sargadelos", algo con lo que "han acabado". Entre otros departamentos, menciona el Seminario Sargadelos, con sede en la aldea lucense del mismo nombre y "con una sección de comunicación que vigilaba que Sargadelos no pasase a ser sólo un negocio", o Ediciós e Gráficas do Castro, "que crearon ese concepto de reivindicación de la memoria histórica que luego Madrid convirtió en ley".

Según el escrito, el cargamento de los camiones se compone de las pertenencias del propio Díaz Pardo -que vivía en el instituto-, y los objetos adscritos al Laboratorio de Formas, al Museo Carlos Maside, al Seminario de Sargadelos y al Seminario de Estudos Galegos. "Si dejase esto aquí", explica, "correría la misma suerte que está corriendo el archivo del Museo Carlos Maside [...] Es lamentable que esto suceda precisamente en el año [del centenario del nacimiento de] Seoane". Este importante patrimonio será depositado en la nave del Seminario de Sargadelos, que todavía depende del control del histórico galleguista. Su propio estudio en la casa familiar de Sada, en los terrenos donde se construyó hace décadas la factoría de O Castro, también acogerá parte del legado. Allí residirá a partir de ahora Isaac Díaz Pardo.

En las últimas semanas, la Xunta se ha interesado por su situación. El propio presidente, Alberto Núñez Feijóo, le telefoneó para prometerle ayuda y le aseguró que la Consellería de Cultura se pondrá al frente. Una operación quirúrgica paralizó las conversaciones justo antes de Navidad. El anterior Ejecutivo, por encargo directo del presidente Emilio Pérez Touriño había comenzado las gestiones para habilitar una fundación presidida por el intelectual y ubicada en el IGI. Los accionistas mayoritarios rechazaron entonces una oferta de más de tres millones de euros por el edificio. "Ahora no tienen dinero y yo lo comprendo", justifica, pese a todo, un convaleciente Díaz Pardo.

El mismo día de la asamblea de socios del IGI, el próximo lunes, están citados a declarar en un juzgado de Viveiro seis de los principales accionistas y directivos del actual Grupo Sargadelos. Responderán a una querella presentada en su día por Díaz Pardo.

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