Detenidos seis secuestradores de un empresario en Valencia
La víctima logró escapar tras permanecer seis días encapuchado y maniatado en una caseta de campo
Agentes de policía detuvieron hace dos semanas a seis personas implicadas en el secuestro de uno de los dueños de una empresa familiar dedicada al sector de la construcción de Valencia. Durante seis días, los captores mantuvieron retenido al empresario en una caseta de campo en Chiva, una localidad situada a 30 kilómetros de Valencia.
Dos de los arrestados, ambos españoles, tienen antecedentes por estafa. Los otros cuatro, colombianos, tenían relación con un empleado de la constructora.
El empresario trató de escapar una vez. No lo consiguió y los captores le inmovilizaron y golpearon por ello. La segunda vez sí logró huir y acudió al puesto de la Guardia Civil de Cheste, municipio próximo a Chiva. Los secuestradores pedían 300.000 euros como rescate. La policía continúa investigando y no descarta que el secuestro esté relacionado con otras operaciones ilegales y que haya más implicados.
El joven empresario concertó una cita, supuestamente relacionada con su negocio, en el polígono industrial de Chiva. Allí tenía que encontrarse con unos posibles clientes y acudió solo y en su coche particular. Cuando llegó al lugar le esperaban dos personas, que le convencieron de la conveniencia de desplazarse a otro sitio. Entonces, se encontraron con otras dos personas, que esperaban en una furgoneta, y que se abalanzaron sobre él, le amenazaron con un arma, le obligaron a subir al vehículo y le condujeron a una cabaña en mitad del campo. Allí permaneció seis días, vigilado por dos personas. Una llamada a su hermano pequeño puso en alerta sobre su secuestro.
Según el relato del empresario, y las lesiones que certifica la revisión médica que se le practicó tras escapar, fue golpeado en varias ocasiones. Tras intentar huir por primera vez le taparon la cabeza con una capucha y lo sujetaron con bridas. El empresario relató que sus captores le repetían que lo iban a matar y que habían cavado una fosa para enterrarlo si algo salía mal.
La policía identificó antes de que se resolviera el secuestro a un hermano de un empleado de la empresa de construcción, que era uno de los que vigilaban el escondite. La investigación persigue ahora despejar los motivos del secuestro, más allá de la petición de un rescate. Todas las hipótesis permanecen abiertas.
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