Un 2010 de austeridad moderada

2010 llega marcado por la crisis. Los bolsillos de los ciudadanos vascos notarán desde hoy los efectos de las medidas anticrisis adoptadas por las administraciones para afrontar precisamente las consecuencias que la recesión ha tenido sobre sus presupuestos. Pese a la reducción de ingresos fiscales, y con el fin de que la crisis no penalice más a los ciudadanos, los municipios han aplicado una subida contenida, en su mayor parte, de los impuestos y tasas municipales, al tiempo que han recortado drásticamente las partidas para fiestas y actos culturales, que en algunos casos se han llegado a suprimir.

Además, los 250.000 vascos que ganan entre 21.000 y 31.000 euros experimentarán ya en su primera nómina del año un recorte de dos puntos en sus sueldos netos, tras el retoque al alza de las retenciones del IRPF acordado por las diputaciones para aumentar su recaudación, que el año pasado cayó un 18,5% respecto a 2008. Ahora bien, quienes perciban menos de 20.000 euros no notarán diferencias en su relación con Hacienda.

El peaje de las autopistas no ha subido por primera vez desde 2002

Bilbao es la capital que menos ha incrementado sus tributos

En el lado positivo, los ciudadanos no tendrán que pagar más por el peaje de las autopistas, algo que no ocurría desde que en 2002 se puso en marcha la fórmula actualización anual del precio que se cobra a los usuarios. De hecho, el año pasado las tarifas se incrementaron un 4,46%. El motivo de esta congelación es que las dos variables que se usan en la fórmula -el IPC de octubre y la evolución del tráfico de las autopistas- registraron tasas negativas en 2009.

Los ayuntamientos, que cerraron el año con una caída de la recaudación del 17%, han apostado por un incremento moderado -salvo puntuales excepciones, como la OTA de Vitoria, que triplica su precio- de los impuestos y tasas de su competencia, o bien, como en el caso de Bilbao, Barakaldo o Getxo, por la congelación durante el ejercicio que acaba de comenzar.

Los vecinos de las tres capitales vascas afrontan este año, por tanto, con distinta suerte en lo referente al pago de los servicios municipales. Las diferencias a la hora de establecer su cuantía son notables, ya que los Ayuntamientos de San Sebastián y Vitoria aplican incrementos que van desde el 1% al 15%, mientras la capital vizcaína congela el importe de todas estas obligaciones, lo que le llevará a ingresar 7,7 millones de euros menos que el año anterior.

Sin perder de vista de que se trata de subidas mínimas, el mayor impacto lo sufrirán los bolsillos de los residentes en la capital alavesa, donde el servicio de grúa -15%-, agua -14,2%-, y basuras -9,2%- protagonizarán los incrementos más acusados de este año. No obstante, el equipo de gobierno de Patxi Lazcoz lanzó un golpe de efecto al congelar el IBI, que supone el 40% de los ingresos impositivos del municipio, lo que le allanó el camino a la hora de aprobar las subidas del resto de tributos junto al PNV. Uno de los que más polémica levantó fue el encarecimiento de la OTA, que triplica sus precios, expandiéndose, además, a nuevas zonas de la ciudad.

En cualquier caso, el impuesto más oneroso para los vitorianos es el IBI, que ascendió en 2004 un 41,5%, en lo que se conoció como catastrazo, con un recorrido de subidas menores a lo largo de ocho años, hasta 2012, con el fin de llegar a la equiparación del valor fiscal de los pisos con el resto de España que exigió hace cinco años la Diputación de Álava.

Le sigue, por volumen de incrementos, San Sebastián, con una subida general del 1% -en el caso de la grúa, se incrementa en un 10%-, si bien cabe recordar que para 2009, la capital guipuzcoana ya revisó al alza varios precios públicos, entre los que cabe mencionar el 19,4% de la basura, un 15% la grúa y un 14,4% el saneamiento. Sin embargo, el consistorio también ha congelado algunas tasas e impuestos, como el de Construcciones y la OTA.

Bilbao es la ciudad donde las tasas domésticas serán más baratas este año, después de que el Ayuntamiento decidiera congelarlas. De hecho, la carga fiscal que soportará cada bilbaíno será, de media, 34 euros menor que en 2009, según fuentes municipales.

¿Qué efectos reales tendrán estas subidas contenidas en la economía de los ciudadanos y de Euskadi en su conjunto? Felipe Serrano, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de la UPV, las enmarca en el ajuste que "no les ha quedado más remedio" que realizar a los ayuntamientos tras la caída de las aportaciones forales y de los ingresos que aportaba el sector de la construcción. Considera que la subida no ha sido "desproporcionada", por lo que tendrá un impacto "escaso" en la economía. No obstante, Serrano apunta que esta medida debe ir acompañada de un mayor y "más racional" control del gasto corriente para resultar más eficiente.