_
_
_
_
Reportaje:Bienvenido 2010

En Nueva York también se toman uvas

Muchos españoles que pasan la Nochevieja en la gran manzana despiden el año en una taberna que conecta en directo con la Puerta del Sol

Carlos Rosillo

Son las dos de la tarde y el termómetro marca dos grados bajo cero en la calle 14 de Nueva York, en el límite de Chelsea y Meadpacking District. Por la puerta de La Nacional aparece Lolo Manso cargado con bolsas. Parece inquieto. Hoy será el anfitrión de decenas de españoles que acudirán a su taberna para despedir el año tomando las 12 uvas al compás de las campanadas de la Puerta del Sol. Lleva tiempo planeando el evento y tiene preparada comida, cava, uvas y cotillón para más gente de lo habitual.

La taberna está casi vacía, pero en una de las mesas de la entrada del bar se encuentra un señor con boina y bufanda. Es Antonio San Miguel y lleva en Nueva York desde el 3 de junio de 1971. "Aunque soy español, vine desde Francia hace 38 años y he conocido esto lleno de locales españoles, pero esto ha cambiado bastante y ahora sólo quedan un par de sitios en la zona".

Las croquetas, la sangría y la tortilla reciben a los clientes
Cada vez hay menos locales de tapas y cañas en Little Spain

Hasta no hace mucho, a esta calle de Chelsea se la conocía como la Little Spain de Nueva York. Adquirió este nombre porque se llenaba de españoles procedentes de los barcos que atracaban en los muelles próximos a la zona. "Podías ir de cañas o de tapeo por Chelsea: el Finisterre, La Bilbaína, el Conquistador y el Café Andalucía, pero todo esto se perdió", comenta Antonio mientras le da una calada a un cigarrillo en la puerta del restaurante.

La Nacional se encuentra en los bajos de un edificio que siempre ha servido de club social para españoles. Manso se enorgullece de la historia de su local: "Este centro era algo más que un punto de encuentro. Desde aquí se hacía un gran servicio a toda la comunidad hispana, se ofrecían habitaciones a quien no tenía dónde dormir, comida y ropa, se hacían analíticas de sangre e incluso un registro sanitario de los españoles que vivían en Nueva York con pocos recursos". El centro se fundó en 1868 en Brooklyn, pero a principios de los años veinte se instaló en su ubicación actual. Fue, además, un símbolo del exilio durante la represión franquista. "Tras la Guerra Civil venían muchos republicanos exiliados e incluso había un agente del FBI fuera del centro controlando el flujo de visitantes", comenta el propietario.

Aunque Little Spain ya no es lo que era, Manso tiene un objetivo claro. "Quiero que España tenga una buena imagen en Estados Unidos. Somos un gran país con muchas cosas que ofrecer", explica este vallisoletano que lleva ya en ese país 25 años, ocho a cargo de este local.

Cuando comienzan a llegar los clientes aparecen el pollo al ajillo, las croquetas, las patatas bravas, la sangría, la cerveza española, la tortilla... Platos que agradece mucho una familia llegada de Madrid y que lleva en la ciudad cinco días de estrés turístico. "Está todo buenísimo y encima a un precio asequible", señala María mientras saborea un buen plato de albóndigas. El comedor está completo y comienza a llenarse el bar. A las tres y media de la tarde, La Nacional ya parece un auténtico bar español rebosante de gente y griterío. Subiendo unas escaleras se accede al salón en el que se celebrará la fiesta de fin de año, con una pantalla gigante que muestra la Puerta del Sol de Madrid. El techo está decorado con bandas rojas y amarillas y junto a un pequeño escenario alguien coloca la típica bandera española con el toro.

En el local ya hay cerca de 150 personas. Por fin llegan las campanadas y tras ellas, las felicitaciones. El primer minuto del 2010 español es para Manso, que sube al escenario y dice unas palabras. "Sólo quería deciros que España es un gran país con una gente excelente. Recordarlo allá donde vayáis". Son las seis y cuarto de la tarde y aún quedan unas horas para despedir el año a la americana en Times Square.

Un grupo de españoles celebra el fin de año en la taberna La Nacional de Nueva York.
Un grupo de españoles celebra el fin de año en la taberna La Nacional de Nueva York.C. R.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Rosillo
Fotógrafo y editor con más de quince años de experiencia. Desde 2019, jefe de la sección de Fotografía. Profesor de reporterismo gráfico y retrato en el Master de periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid-El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_