La policía detiene en Moscú a medio centenar de activistas
La directora de una ONG humanitaria, entre los arrestados
Mal fin de año tuvieron los defensores de derechos humanos en Moscú: decenas de ellos fueron detenidos en la céntrica Plaza Triunfal por participar en un mitin en defensa del artículo 31 de la Constitución, según el cual, al menos en el papel, "los ciudadanos de la Federación de Rusia tienen derecho a reunirse pacíficamente, sin armas, a celebrar reuniones, mítines, manifestaciones y marchas, así como a formar piquetes".
La policía informó de que había detenido a medio centenar de pesonas y recalcó que había advertido a los organizadores que la manifestación no había sido autorizada por el Ayuntamiento. Sin embargo, los defensores de derechos humanos argumentan que no se necesita permiso, sino sólo que se informe a las autoridades del lugar y la hora en que se realizará el mitin.
La oposición no parlamentaria convoca cada día 31 a un acto en defensa del derecho a manifestarse establecido en la ley fundamental rusa. Para impedir la manifestación, la policía recurrió a los métodos tradicionales y cercó la plaza con fuerzas antidisturbios.
Entre los que fueron detenidos se encontraba Ludmila Alexéyeva, que encabeza Grupo Helsinki de Moscú, la organización defensora de los derechos humanos más antigua del país. Alexéyeva, de 82 años de edad, fue una de las tres personas que recogieron el último premio Sájarov del Parlamento Europeo, otorgado a Memorial.
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) protestó de inmediato por las acciones policiales y aseguró en una declaración que "la detención de una mujer de 82 años es indecorosa e inadmisible".
"Es una ilustración perfecta de la situación de los derechos humanos en Rusia", declaró Tatiana Lokshiná, directora adjunta de HRW en Rusia.
Eduard Limónov, el enfant terrible de la literatura rusa y líder del prohibido Partido Nacional-Bolchevique, también fue detenido durante la manifestación. Limónov ya había sido condenado a diez días de prisión por organizar la protesta del 31 de octubre pasado.
El escritor calificó de "estupidez" la detención de Alexéyeva y pronosticó que tendría "repercusión internacional". No se equivocaba. El Parlamento Europeo pidió ayer viernes la liberación de los opositores detenidos en Nochevieja. La declaración de los eurodiputados tiene un valor exclusivamente simbólico, ya que los detenidos habían sido puestos en libertad pocas horas después de aplicarles las multas correspondientes. Alexéyeva, que fue una de las primeras, se negó a irse a su casa hasta que no dejaran libres al resto de los manifestantes.
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