La "refundación" de la Filmoteca de Cataluña

El año que empieza será decisivo para la Filmoteca de Cataluña. Menos su función primordial, que es la de recuperar y conservar el patrimonio fílmico y documental, este centro creado en 1981 vivirá un cambio copernicano que puede considerarse, casi, una auténtica refundación. Mientras aún se está estudiando cómo se transformará su estatuto jurídico para darle mayor autonomía de funcionamiento, el centro cambiará de sede a finales de año y también de dirección.

A finales de enero, con un mes de retraso sobre lo anunciado, se fallará el concurso internacional convocado para cubrir la plaza que en los últimos ocho años ha ocupado Roc Villas, quien se jubiló la víspera de Navidad. Ahora el centro está "descabezado", aunque la programación para el próximo trimestre está cerrada y el funcionamiento ordinario, asegurado.

La nueva sede del Raval estará en funcionamiento a finales de año

Al concurso se han presentado una veintena de candidaturas de las que una parte son de fuera de Cataluña. Algunas llegaron fuera de plazo, aunque se han admitido, ya que se remitieron desde su país de origen antes del límite marcado. Las cinco personas que seleccionan a los candidatos (dos del Instituto de Industrias Culturales más tres expertos en cine) están estudiando los proyectos presentados y se prevé que, tras una primera criba, a mediados de enero puedan empezar las entrevistas personales previas a la decisión final.

De ella dependerá el rumbo que siga la filmoteca en el futuro. El nuevo edificio pemitirá multiplicar sus actividades, lo que lo convertirá en uno de los equipamientos culturales más potentes de la ciudad. Para el público, lo más visible será la inauguración de esta nueva sede en el Raval. Con más de un año de retraso sobre la última previsión, el contundente edificio de cemento visto que ha diseñado Josep Lluís Mateo empieza a levantar sus muros en la plaza de Salvador Seguí. Las obras avanzan rápido y se prevé que en verano el edificio esté acabado y que a finales de año, ya equipadas sus dos salas para 400 y 200 plazas, se encuentre en pleno funcionamiento.

El cambio de etapa no supone, sin embargo, empezar de cero. Más allá de idear toda esta transformación, Roc Villas deja en legado la puesta en marcha de una amplia campaña de recuperación de patrimonio fílmico -"hemos pasado de 46.000 documentos en 2001 a los 130.000 actuales", afirma-; un considerable crecimiento de los fondos bibliográficos; la mejora de las actividades paralelas y un programa de publicaciones internacional que permitirán que en 2010 el centro se consolide en el mapa global.