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El FBI contra Jackson

Se publican documentos que revelan que el cantante fue investigado en cuatro casos, tres por presuntos delitos sexuales

Michael Jackson estuvo bajo la lupa del Federal Bureau of Investigation (FBI) en cuatro ocasiones. Lo sabemos ahora gracias a la curiosidad de varias empresas periodísticas estadounidenses que solicitaron los posibles documentos sobre la estrella disponibles en el archivo central del FBI invocando la Freedom of Information Act. La Ley de Libertad de Información funciona desde 1966 como medida de control sobre las actividades gubernamentales en la sombra; tras el Watergate, fue reforzada en 1974.

En ocasiones, esas peticiones han destapado verdaderos nidos de víboras. En 1992, tras nueve años de batallas legales, un historiador californiano logró que se hiciera público el informe del FBI sobre John Lennon; se demostró que la Administración Nixon había desarrollado una campaña de espionaje tan persistente como torpe, en la creencia de que el ex beatle lideraba actividades revolucionarias y que debía ser expulsado de Estados Unidos. Por lo que respecta a Michael, no hay revelaciones de calibre similar. Son un total de 300 folios, que ahora se pueden consultar en Internet en formato PDF; urge advertir que muchos de los documentos difundidos pertenecen a la hojarasca burocrática, trivialidades como peticiones de autorización para viajes.

Son 300 folios que pueden consultarse en internet, sin grandes sorpresas
El fiscal de Santa Bárbara estaba empeñado en meterle en prisión

Sin embargo, sí contienen información sobre incidentes que no trascendieron. Durante 1992 y 1993, una misma persona envió amenazas contra Michael, el mafioso John Gotti y el entonces presidente, George Bush. Por lo que respecta al cantante, le conminaba a entregar una cantidad de dinero; en caso contrario, se amenazaba con matarle, incluso realizando una masacre en uno de sus conciertos. En Estados Unidos, esas bravatas se toman muy en serio: el extorsionador fue rápidamente localizado, se reconoció culpable y fue facturado a prisión.

En las demás investigaciones, Michael no fue la víctima sino el presunto culpable. Aquí conviene recordar la temible figura del fiscal de distrito de Santa Bárbara (California), Tom Sneddon. Conocido en medios judiciales como Mad dog (Perro rabioso), estaba empecinado en encarcelar a la estrella por abusos a menores. No le faltaban recursos humanos -el registro de Neverland, el domicilio del artista, movilizó a 70 policías- pero Sneddon pidió la colaboración de los federales.

El FBI se implicó discretamente en el caso de 1993, que se saldó con un pago de 15 millones de euros a la familia del niño Jordie Chandler. En 2003, los G men (Hombres del gobierno, como se conoce a los miembros del FBI) también intervinieron en la denuncia de Janet Ventura-Arvizo, madre de Gavin, el enfermo de cáncer que aparecía en el documental de Martin Bashir, Living with Michael Jackson. La codicia de aquella señora, potenciada con el rencor del fiscal, desembocó en un tragicómico juicio en el que Michael fue declarado inocente.

Sin embargo, desconocíamos que en 2004 se abrió otro expediente por delito sexual, que requirió igualmente los servicios del FBI. Un agente de la Unidad de Análisis del Comportamiento viajó desde Quantico para evaluar al testigo principal, cuyo nombre está borrado, que finalmente se echó atrás y se negó a declarar en los tribunales. Otro misterio más del Mundo Jackson.

Michael Jackson llega a la primera sesión del juicio que se le siguió por  abusos sexuales en 2005.
Michael Jackson llega a la primera sesión del juicio que se le siguió por abusos sexuales en 2005.AP

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