Expertos creen que el proyecto no responde a una necesidad cultural
El proyecto de creación de un nuevo museo de gran envergadura en Urdaibai "no responde a una necesidad específica de la cultura" y, en su lugar, es preciso apostar por los equipamientos actuales y aquellos que están en fase de desarrollo, como la Alhóndiga en Bilbao, Tabakalera en San Sebastián o Krea en Vitoria. Esa es la opinión, al menos, de los expertos consultados por este periódico: el artista Asier Mendizabal y los críticos de arte Fernando Golvano y Miren Jaio.
Asier Mendizabal critica que la Diputación foral de Vizcaya haya reducido en un 39% el presupuesto de Cultura y, en cambio, haya "dejado sin tocar el millón de euros que ha apartado para el presupuesto del Guggenheim Urdaibai". El artista sostiene que este proyecto "tiene que ver con una clave económica ajena al arte", como es potenciar el turismo y que, por ello, debe ser otro departamento el que busque financiación, "en vez de mermar los recursos del arte".
Miren Jaio va más allá y pone en duda que esa finalidad económica obtenga resultados. "Hay un deseo por reproducir en Urdaibai el efecto Guggenheim en Bilbao, cuando internacionalmente se ha intentado repetir en muchas ocasiones y nunca se ha vuelto a lograr". El ex consejero de Cultura Joseba Arregi también duda de que ese efecto funcione en Urdaibai. "No comparto ese pensamiento mágico de que se puede repetir el truco", señaló en El Mundo.
Fernando Golvano, por su parte, está convencido de que en Urdaibai se pueden "buscar otros proyectos tractores económicos culturales más acordes" con su condición de reserva de la biosfera.
"Segunda aventura"
Además, para el crítico, es perjudicial "meternos en una segunda aventura" cuando "apenas se ha hecho un buen balance" de los 12 años de trayectoria del Guggenheim. "Este proyecto no debe interferir en la discusión que existe sobre la renovación o no del convenio con la [Fundación] Solomon Guggenheim", señala.
Sobre la idea de crear un centro a abierto a los nuevos artistas vascos, es más partidario de "mejorar la presencia" de sus colecciones en los centros existentes y de aumentar las becas para la creación y la investigación. En este punto, Mendizabal censura que hay equipamientos que "han funcionado en esas coordenadas", como la Sala Rekalde [Bilbao] o Arteleku [San Sebastián] y que "poco a poco han sido desmantelados".
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