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Un nuevo cerco a la franja de Gaza

Ana Carbajosa

Las noticias que llegan estos días de la frontera sur de la Franja se han convertido en una nueva fuente de angustia colectiva para el millón y medio de habitantes de Gaza. Dan cuenta de la construcción de un muro de acero con el que Egipto pretende sellar la frontera y que, de materializarse, terminaría de estrangular este pequeño e hiperpoblado pedazo de tierra. Porque es precisamente en esa zona, junto al paso de Rafah, por donde discurren los cientos de túneles de los contrabandistas, que en la práctica constituyen la única vía de entrada de víveres -y armas- a la Franja tras cerca de tres años de bloqueo israelí. El muro está diseñado de tal forma que penetrará a decenas de metros de profundidad en la tierra, colisionando con los túneles. Los habitantes de Gaza temen que el nuevo proyecto estrangule la economía subterránea y desate una inflación descontrolada; por eso acudieron ayer en masa a los supermercados y gasolineras en busca de provisiones ante el futuro incierto.

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Hamás, al frente del Gobierno de la Franja, ha condenado la construcción del muro, que considera un plan estadounidense para asfixiar al movimiento islamista. "Esperamos que nuestros hermanos egipcios reconsideren su postura. No pueden hacerle esto a la gente de Gaza", indicó el viceministro de Obras Públicas de Gaza, Ibrahim Radwan, a este diario. Mientras, el Gobierno egipcio, que hasta ahora no se había pronunciado sobre el asunto, negó ayer que las obras en la frontera tuvieran que ver con la construcción de un muro de acero, e indicó que, en cualquier caso, se trata de un asunto interno egipcio.

El bloqueo israelí y el cierre de los pasos fronterizos de la Franja fueron ayer objeto de denuncia de las 16 principales ONG internacionales, en un informe publicado con motivo del aniversario del ataque israelí a Gaza en diciembre del año pasado. En el documento, titulado Fallando a Gaza: no hay reconstrucción, no hay recuperación, no hay más excusas, las ONG acusan a Israel de violar la legislación internacional humanitaria al imponer un "castigo colectivo" a la población, y a la comunidad internacional de "traicionar" a los civiles de la Franja. Consideran las organizaciones que las buenas palabras que siguieron a la guerra, que dejó 1.400 muertos palestinos y 13 israelíes, no se han visto refrendadas con hechos. Que el bloqueo israelí ha permitido la entrada de tan sólo 41 camiones con material de construcción a Gaza y que sin cemento, acero o vidrio resulta imposible reconstruir casas, hospitales, fábricas o infraestructuras públicas. Cientos de miles de habitantes de Gaza vieron sus casas reducidas a escombros por el Ejército israelí y un año después viven en tiendas de campaña o en casas de familiares.

"No es sólo que Israel haya fallado a la gente de Gaza con un bloqueo que castiga a todos por los actos de unos pocos. Las potencias mundiales también han fallado e incluso traicionado a los ciudadanos de Gaza. Se lamentaron y emitieron comunicados, pero apenas han actuado de forma significativa", sostuvo por escrito el director de Oxfam Internacional, Jeremy Hobbs, en la presentación del informe. El Comité Internacional de la Cruz Roja pidió ayer también el levantamiento del bloqueo israelí, ya que, a su juicio, "con el cierre la reconstrucción a gran escala resulta imposible".

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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