"Tender la mano a los musulmanes es esencial para la UE"
Carl Bildt, ex primer ministro y actual ministro de Exteriores de Suecia, concluye ahora la que va a ser la última presidencia rotatoria en Asuntos Exteriores de la Unión. A sus 60 años, Bildt despide con satisfacción "una presidencia verdaderamente histórica" que se recordará por ser la de la aprobación del Tratado de Lisboa y la de la elección de un presidente fijo del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y una alta representante y vicepresidenta de la Unión, Catherine Ashton. Ellos tienen por delante, entre otros desafíos, el de encauzar la adhesión al club de una Turquía que tantos recelos suscita en algunos países. Para Bildt y Suecia, partidarios de la integración turca, "superar los prejuicios sobre los musulmanes y tenderles la mano es esencial para el futuro de la UE".
"Turquía debe hacer reformas, pero necesitamos visión estratégica"
Bildt se entrevistó ayer en Bruselas con el ministro turco de Exteriores, quien nuevamente reprochó a la UE el uso de la doble vara de medir. Quizá el presidente de turno de la Unión le diera la razón en su fuero interno. "Turquía debe hacer reformas sustanciales, pero nosotros necesitamos visión estratégica y liderazgo político", dice el ministro sueco, que apunta a la necesidad de disipar fantasmas y temores atávicos.
"Es un gran error pensar que si se cierra la puerta a Turquía no va a haber musulmanes en Europa. Eso es que no se fijan en los que ya tenemos", subraya en entrevista con EL PAÍS. "Superar los prejuicios sobre los musulmanes y tenderles la mano es esencial para el futuro de la UE".
Bildt ha conseguido durante su presidencia irritar a Israel con un plan fallido que proponía a Jerusalén Este como capital de Palestina. La idea no se llegó a concretar explícitamente sobre el papel, pero la insistencia de la UE en que Jerusalén sea la capital de los dos Estados, Israel y Palestina, le parece a él suficiente aldabonazo. La propuesta entró en una enumeración que según Bildt ponía por primera vez negro sobre blanco todo lo que en diversas ocasiones ha venido diciendo la Unión sobre el secular conflicto. De ese hecho deduce Bildt que "la UE tiene ahora una voz más fuerte en Oriente Próximo".
El jefe de la diplomacia sueca reconoce que hubo una cierta decepción en Europa con la elección de dos desconocidos, Van Rompuy y Ashton, como mascarones de proa de la UE en el mundo. Pero resta valor al anticlímax y recuerda que tampoco se sabía a ciencia cierta en su momento quién era Jacques Delors. "Esas cosas pasan, pero lo harán bien", pronostica.
Ashton deberá poner en marcha un servicio diplomático que permitirá a la Unión tener "una sola voz en las diferentes situaciones en cualquier parte del mundo; eso será muy importante". Bildt mantiene que la UE no debería tener un Ejército, aunque desearía ver una mayor flexibilidad en los efectivos disponibles y una mayor capacidad de despliegue en operaciones lejos de Europa. "En el futuro inmediato", dice, "está claro que vamos a necesitar más fuerzas para operaciones de estabilización en distintas partes del mundo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.