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PP y BNG pactan que los sindicatos entren en el gobierno de las cajas

La propuesta de Lei de Caixas amplía la representación de los ayuntamientos

María Fernández

No ha habido el "elevado nivel de consenso" que el PP quería imprimir a la reforma de la Lei de Caixas. El documento que se debatirá mañana en la Comisión de Economía del Parlamento y el día 29 en el pleno ha sido pactado por populares y nacionalistas e introduce la mayoría de las aspiraciones de los primeros. La propuesta, de la que se ha descolgado el PSdeG, limita a 70 años la edad de los consejeros en las asambleas, fundaciones y empresas donde las cajas participan (el BNG lo rebajaba a 65).

El texto de la nueva Lei de Caixas que debatirá el Parlamento tira por tierra las propuestas del PSdeG: si se aprueba tal y como está redactado, Caixa Galicia y Caixanova tendrán 40 días para elegir nuevos representantes y dos meses para convocar la primera reunión de sus nuevos órganos de gobierno. Tampoco el BNG impuso su criterio, ya que pretendía dar seis meses a las entidades para adaptarse. Si la reforma es aprobada como está, Julio Fernández Gayoso, presidente de Caixanova y contrario a la fusión, quedaría fuera de la asamblea por superar la edad.

La representación en las cajas tiene alguna novedad. Con carácter general, el poder estará en manos de los clientes (30%), designados por sorteo directo; del Parlamento (20%); de los ayuntamientos (20%); y de las llamadas "entidades fundadoras" (10%), formadas por corporaciones locales y diputaciones y que sólo tiene Caixanova. Organizaciones "representativas de intereses colectivos" elevan su participación al 10% y los empleados se quedan con el 10% restante.

Los cambios sobre la propuesta inicial del PP introducen un matiz: las entidades "representativas", incluyen a los sindicatos, a los que les asignan por primera vez cuatro representantes en las asambleas de 160 miembros (el 2,5%). La patronal y las instituciones que designe el Consello Económico e Social (CES) tendrán cada una otros cuatro consejeros, lo mismo que las sugeridas por Facenda.

Si la caja en cuestión no tiene entidades fundadoras (caso de Caixa Galicia), la representación del Parlamento subirá al 25% y no al 30%, como pretendía el PP. Es un guiño a los ayuntamientos, a los que les permitirá elevar su porcentaje en un 5%. El control de Facenda sobre las inversiones se refuerza: las cajas necesitarán pedir autorización para realizarlas si concentran riesgos o si son de una cuantía determinada que el texto no define. La Xunta también orientará la obra social.La obra social es uno de los puntos peliagudos de la propuesta. Tal y como avanzaban las enmiendas del PP, las inversiones que superen los 500.000 euros necesitarán de un informe favorable de Facenda. Normalmente son los grandes ayuntamientos gallegos los beneficiarios de este tipo de fondos, lo que ha indignado al regidor de Vigo, el socialista Abel Caballero, que lo considera una "intromisión intolerable".

Ayer Caballero mandó un mensaje al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para que "cuide mucho lo que está haciendo". Insiste en que la modificación de la norma, cuya aprobación está prevista para el día 29, es "antivigo". Para él, el PP quiere forjar un gran centro financiero en A Coruña dando la espalda al "centro industrial que es Vigo". Casi al mismo tiempo, desde A Coruña, su compañero de partido y alcalde, Javier Losada, demandaba "una gran caja de ahorros", liderada desde esa ciudad "para Galicia". Fue en la recepción de Navidad, en la que Losada confesó que seguirá trabajando por "una gran caja" en defensa "de los coruñeses y sus intereses".

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Ley "intervencionista"

La polémica sobre el futuro de las cajas también se coló ayer en Santiago en el debate parlamentario sobre los resultados de la Conferencia de Presidentes. En una de sus réplicas, el secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, echó en cara a Feijóo su propósito de preparar "la ley de cajas más intervencionista, politizada de España, quitándoles su independencia para convertirlas en una ventanilla del Gobierno gallego".

Feijóo y el portavoz del PP, Manuel Ruiz Rivas, salpicaron sus intervenciones con duras críticas a "los cambios de postura del líder de la oposición". Feijóo recordó su compromiso con los agentes sociales y con el Parlamento para sacar una ley en este mes y reclamó al líder del PSdeG que recapacite. Lo hizo invocando la figura del ex presidente Touriño, que se ha posicionado a favor de la fusión. "Tiene en su grupo diputados con experiencia de Gobierno. Tiene la puerta abierta al consenso, no me interesa lo que usted haya dicho, sólo su voto final en la ley de las cajas, únase a la responsabilidad", reclamó el presidente. Por otra parte, Caixa Galicia anunció ayer que el incremento de los depósitos que ha captado este año hasta noviembre es el mayor de entre las diez principales cajas de España.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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