Puntualizaciones sobre el homenaje a un general
En EL PAÍS de ayer se publica un artículo con el título de Un homenaje poco general, que me mueve a escribir esta carta, no sé si de rectificación o de puntualización, pero que en todo caso considero de estricta justicia. Efectivamente, el pasado viernes 18 se celebró en el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro (Madrid) el acto de despedida de la bandera del teniente general José Manuel García Varela. Un acto éste, el de despedida de bandera, que se lleva a cabo de forma habitual cuando pasa a la reserva un general de la Guardia Civil. El artículo describe un acto que me cuesta reconocer, a pesar de que, como en el propio texto se relata, tuve el honor de presidirlo. No vi mil hombres, ni helicópteros, ni recuerdo haber escuchado el vuelo de avión alguno. Asistí a un desfile modesto en el que participaron, básicamente, unidades que tienen su sede en Valdemoro, junto con una pequeña parte de los alumnos de dicho centro. Es verdad, con todo, que el acto tenía algo de excepcional: pasaba a la reserva un guardia civil con 44 años de servicio y un historial intachable, el primer teniente general de la historia de la Guardia Civil, y el hombre que durante más de cinco años ha ocupado ininterrumpidamente el número uno del escalafón del cuerpo. Un excelente profesional que dirigió los servicios de información del cuerpo, y consiguió éxitos notables en la lucha contra ETA durante los Gobiernos del PP, y que, con el actual Gobierno, ha ocupado el puesto de director adjunto operativo de la Guardia Civil con rigor, lealtad y eficacia. Un honesto servidor público que, ciertamente, merece un "homenaje poco general", aunque, eso sí, bien distinto del que aparece en el artículo. Y éste es, finalmente, el sentido de mi carta.
Dar a conocer a sus lectores quién es realmente el teniente general Varela, y reparar, en la medida en que ello sea posible, el daño que un artículo como el que comento pudiera haber supuesto para su imagen. Una cosa para finalizar. El acto, como ya ha quedado dicho, se celebró. También la cena de amigos a la que se refiere el artículo. Quizá convenga si acaso precisar que quienes allí fuimos, sus amigos, pagamos a escote 50 euros.
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