No pequemos de optimismo
Al terminar 2009 la economía española se encuentra todavía en el punto bajo del ciclo económico. La crisis dura ya dos años y la duda se centra en si hemos tocado fondo y en cuántos trimestres tardaremos en obtener tasas intertrimestrales positivas, como ya han iniciado otros países desarrollados: EE UU, Japón, Alemania y Francia.
El Gobierno se empeña en presentar una versión optimista confiando en una recuperación del crecimiento de la economía en el corto plazo, aunque admite que tardará más en llegar la creación de empleo. Sin embargo, las instituciones y los analistas internacionales y nacionales, no sitúan el inicio de la recuperación española hasta el segundo semestre de 2010. Recientemente la empresa de raiting Stándar and Poors ha rebajado la calificación de la deuda del Estado español señalando el problema de sobreendeudamiento que padecemos.
Hay riesgos importantes en el retraso en la salida de la crisis si cambia pronto la política monetaria del BCE
Aunque la OCDE, en su reciente informe de otoño del mes de noviembre, parece haber aceptado las previsiones del Gobierno español del crecimiento del PIB en 2009 (-3,6%) y 2010 (-0,3%), avisa sobre la tardía recuperación respecto a la zona euro que en 2010 presentará crecimiento del +0,9% y recomienda el inicio de reformas estructurales que permitan recuperar el crecimiento dentro de un marco de estabilidad presupuestaria. De momento sus previsiones reflejan la salida de la recesión en España en el último trimestre de 2010 con una tasa interanual del +0,4%.
Las opiniones de los analistas integrados en "Consensus Forecast" del mes de noviembre son algo más pesimistas respecto a las previsiones para España en el 2010. La media se sitúa en tasa del -0,5% aunque los más negativos superan el -1%. En conjunto esperan la salida de la crisis en el segundo semestre del 2010 con tasas positivas también entre el tercer y cuarto trimestre.
Los últimos resultados de la contabilidad trimestral (CNTR) publicados por el INE son del tercer trimestre de 2009 . En contra de lo ocurrido en Alemania, Francia e Italia que ya han presentado tasas intertrimestrales de crecimiento del PIB positivas en el tercer trimestre, señalando lo que es el primer signo del fin de la recesión, en España dicha tasa continúa siendo negativa por lo que se distancia de los países de la zona euro, reflejando su mayor lentitud en la salida de la crisis.
Para evitar equívocos hay que aclarar que todos los países de la zona euro continúen con datos interanuales negativos en 2009 y que España (-4%) no es de los que presentan peores resultados: conjunto de la zona euro (-4,1%) Alemania (-4,8%) e Italia (-2,6%). Pero el PIB español presenta tasas interanuales negativas durante los tres trimestres del año (-3,2,-4,2 y -4,0) y lo único positivo es que en el último trimestre se ha desacelerado la caída y podría significar el suelo de la desaceleración. Los motivos han sido una menor contracción de la demanda nacional, todavía muy negativa (-6,5) donde el consumo y la inversión mejoran levemente sus tasas muy negativas (-5,1 y -16,2) y el único crecimiento positivo se da en el consumo público (+4.9), incidiendo en el aumento del déficit.
Los indicadores disponibles para el último trimestre, también avalan la tesis del cambio de tendencia aunque con tasas interanuales todavía muy negativas en lo que puede considerarse tocar fondo en la recesión. Efectivamente, tanto los indicadores de confianza de empresarios y consumidores como los de actividad muestran un cambio de tendencia. Pero los datos del mercado laboral continúan mostrando el aspecto más negativo de esta crisis con pérdida de 1,4 millones de puestos de trabajo y una tasa de paro que se acerca al 18%. Sin embargo, tanto la EPA como la CNTR del tercer trimestre muestran una ralentización en la destrucción de empleo con cierta recuperación de los autónomos y de los temporales probablemente como consecuencia del plan de ayuda del Gobierno a los ayuntamientos.
Se aprecian algunos aspectos positivos en los ajustes de desequilibrios como el endeudamiento interior y exterior y la evolución de los precios, aunque falta todavía un mayor ajuste del mercado inmobiliario. Los principales problemas de la economía española siguen siendo la falta de creación de empleo y el elevado endeudamiento de las empresas y las familias.
Tanto las instituciones internacionales como los analistas coinciden en que, para restablecer la confianza y alcanzar una senda de crecimiento sostenible, es necesario iniciar reformas especialmente en el mercado laboral y en las administraciones públicas. También sería necesario terminar con los ajustes del sector financiero especialmente las cajas de ahorro. Por otra parte, existen riesgos importantes en este retraso en la salida de la crisis si cambia pronto la política monetaria del BCE, en una situación ya muy crítica de las finanzas públicas que dificultaría más la situación crediticia de las empresas y las familias y la financiación de la deuda pública del Estado y de las Comunidades Autónomas.
Del cambio actual de tendencia de los indicadores y de las opiniones de los analistas podría esperarse que en el segundo semestre de 2010 las tasas de variación del PIB español comiencen una senda de recuperación, pero esto no puede confundirse con alcanzar un clima favorable de crecimiento hasta que se mejore la situación del mercado laboral y se recupere la confianza y mientras tanto deben ponerse los medios para después poder alcanzar tasas de crecimiento sostenibles.
Carmen Alcaide es analista y ex presidenta del INE.
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