_
_
_
_

El hombre-demolición

Un solo denunciante pone en Vigo casi 2.000 casas al borde del derribo

"A los dos nos hicieron sufrir mucho. Y como consecuencia, te metes en la rueda y ya no puedes salir", aduce Eulogio Abeleira para explicar su condición de pleitista urbanístico en municipios de las Rías Baixas, en los que al igual que Eduardo Canabal presenta decenas de denuncias contra ilegalidades urbanísticas que suelen acabar en sentencias de derribo. Canabal y Abeleira son ya personajes con historia y marca. El primero le ha ganado cien pleitos al Ayuntamiento de Vigo, gracias a lo cual hay entre 1.500 y 2.000 viviendas con orden de derribo. Le consultan promotores y abogados y de eso vive, de su asesoría urbanística. Abeleira también asesora -"sin cobrar, aunque podría"- pero sobre todo presta su nombre para esconder la identidad de otros denunciantes que no quieren significarse entre sus vecinos, de ahí el graneado de denuncias, a centenares, en los ayuntamientos del sur de Pontevedra. Atascan los servicios urbanísticos y jurídicos municipales y "traban" el funcionamiento de la Fiscalía de Pontevedra, aunque del arsenal de Abeleira sólo prospera entre el 2% y el 3%.

Canabal tiene al Ayuntamiento de Vigo contra las cuerdas desde hace 15 años: "Si reconocen los daños que me hicieron y me piden disculpas, retiro los contenciosos", afirma. "Y que me paguen las minutas, conservo las facturas", añade como condición de su compromiso. Los dos han asumido la acción popular que les permite la ley. "No habría denuncias si no hubiera ilegalidades", aducen.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_