Gas Natural vende parte de su red a Galp y Morgan Stanley
Gas Natural ha cumplido ya con parte de las exigencias que le impuso la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) para autorizar la compra de la eléctrica Unión Fenosa. Según informó ayer la compañía, ha vendido parte de su red de distribución de gas en la Comunidad de Madrid al fondo Morgan Stanley Infrastructure y a la portuguesa Galp Energía por un total de 800 millones de euros, libres de deuda. La operación reportará a Gas Natural unas plusvalías brutas de unos 380 millones de euros.
El acuerdo, cerrado en la noche del viernes al sábado, contempla que Gas Natural se desprenderá de 504.000 puntos de conexión, 412.000 clientes de gas y 8.000 usuarios de electricidad de 38 municipios madrileños. Con todo, en Madrid la compañía mantendrá 1,2 millones de clientes. El acuerdo deberá ser aprobado por las autoridades competentes y Gas Natural prevé culminar la operación en los primeros meses de 2010.
En julio, Gas Natural cerró la venta a Naturgás de activos de distribución de gas en Cantabria y Murcia por 330 millones de euros. Con la venta de parte de su red de distribución en Madrid, la compañía gasista considera que completa los requisitos de desinversión impuestos por Competencia en lo relativo a activos de gas.
Participaciones
Pero queda trabajo por hacer. Además de la venta anunciada ayer, Gas Natural ya se había desprendido de su participación del 5% en Enagás -que en junio vendió a Oman Oil por 155,2 millones- y había salido del Consejo de Cepsa, que abandonó tras vender el 5% de la petrolera con plusvalías de 264 millones.
Lo que está pendiente es la obligación añadida de desprenderse de 2.000 megavatios (MW) en ciclos combinados (centrales eléctricas que funcionan con gas). Aunque la época no es buena para vender centrales, Gas Natural sigue buscando comprador para esos activos, si bien no descarta tampoco un intercambio de activos.
La operación cerrada ayer ha contado con el asesoramiento financiero de Citi y de JP Morgan. El precio total de venta implica una valoración en el entorno de 1.600 euros por punto de conexión y comercialización. Con la compra, Galp, por su parte, ha avanzado en el anunciado objetivo de quintuplicar sus ventas de gas en España.
