Los canónigos buscan culpables
El sacerdote Gómez Sierra elude cualquier responsabilidad y arremete contra los "filtradores activos y destructivos" durante la penúltima asamblea de Cajasur
El discurso de ayer del sacerdote Santiago Gómez Sierra, presidente de Cajasur, fue "virulento", según algunos de los presentes. "Se estaba desahogando", explicaron otros de los miembros de la asamblea general de esta entidad, que se celebró en Córdoba ayer y que, en teoría, fue la penúltima reunión de este tipo ya que en la próxima se votaría la fusión con Unicaja. En su intervención, no hubo autocrítica y sólo al final pidió "perdón", por si hubiera cometido alguna equivocación.
Pero, según Gómez Sierra, la culpa de que Cajasur haya tenido que fusionarse con Unicaja -o ser absorbida- está fuera de la sede en la que se celebró la asamblea y del consejo de administración. Para este sacerdote, tres factores han sido determinantes: la crisis, los intereses políticos por evitar que la caja se uniera a otra de fuera de Andalucía y la "cacería mediática" que, en su opinión, han sufrido la entidad, el Cabildo catedralicio, que controla la caja, y él mismo.
"Ha habido una criminalización mediática con objetivos poco claros"
"La situación de Cajasur no es muy distinta de la del resto del sector"
Gómez Sierra negó que la caja tenga algún "agujero patrimonial". La consultora Boston Consulting Group en un informe encargado por Unicaja y Cajasur para afrontar la fusión alertó de que la entidad cordobesa podría cerrar el año con 528 millones de euros de pérdidas. Además, detallaba un posible agujero de 800 millones por fondos no cubiertos. Esta situación se debe, en gran parte, a los riesgos que la caja adquirió en el sector inmobiliario durante la anterior etapa, dirigida por el también sacerdote Miguel Castillejo. El Banco de España ha llegado a amenazar a Cajasur con la intervención si no culminaba la fusión con la entidad malagueña.
Gómez Sierra achacó ayer los problemas de Cajasur al "escenario de crisis sistémica generalizada", según una nota difundida por la entidad: "La situación actual de Cajasur no es muy distinta de la que vive el resto del sector".
El discurso del presidente estuvo trufado de reproches a algunos medios de comunicación y a los "filtradores activos y destructivos con esta casa" que han transmitido la imagen de que en Cajasur había "curas interesados con falta de capacidad de gestión", según detallaron algunos de los asistentes a la reunión de ayer.
Gómez Sierra habló de "voraz opinión pública", "linchamiento mediático" y de una "criminalización mediática con objetivos poco claros que no hacen ningún bien". El sacerdote contrapuso esta actitud con la de otros medios y leyó algunos fragmentos de artículos periodísticos en los que la gestión de la caja sí salía mejor parada. El presidente de la caja cordobesa también lamentó ante los asistentes el "silencio de muchos" que no han hecho frente a este supuesto "linchamiento".
Sólo dos miembros tomaron la palabra en el turno de preguntas: el representante del sindicato de Aspromonte y el de CC OO, que mostraron su preocupación por el empleo ante la fusión.
La asamblea de ayer sirvió para aprobar la creación de la nueva fundación Medina y Salizanes: estará controlada por la Iglesia y estaba contemplada en el protocolo de fusión con Unicaja. También se aprobó la cesión de tres inmuebles que hasta ahora eran de Cajasur y que pasarán a manos de la nueva fundación. Este traspaso de bienes tendrá "una repercusión fiscal" de seis millones de euros para la entidad cordobesa, según fuentes del sector.
Por último, también se eligió a seis sustitutos seglares que suplirían a los seis canónigos del Cabildo catedralicio. Esta decisión se enmarca dentro de los pasos que está dando ya la Iglesia para que en los órganos de decisión de la futura Unicajasur se sienten seglares y no sacerdotes. Gómez Sierra, antes de la asamblea, detalló que llevan tiempo "queriendo incluir, dentro de la representación de la entidad fundadora del Cabildo de la Catedral, a seglares". Respecto a su futuro, el sacerdote que preside Cajasur dejó la puerta abierta a su salida: "Haré lo que me digan", dijo refiriéndose al Cabildo. El abogado y actual responsable de la Obra Social de Cajasur, José Rafael Rich, sería su sustituto, según algunas fuentes.
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