Plante de alcaldes a Farjas contra el nuevo hospital de Pontevedra
El Gobierno de Lores se niega a colaborar con Sanidade en el proyecto
Guerra abierta en Pontevedra contra la Xunta. Tan sólo 10 de los 21 regidores convocados ayer a la presentación del plan funcional del futuro Hospital Único de Pontevedra, que se levantará en la parroquia de Marcón, acudieron a la cita encabezada por la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas. Todos, excepto el socialista de Moraña, José Amador, eran del PP.
Con este panorama Farjas que, hasta ahora había minimizado el evidente malestar del gobierno pontevedrés, instó a los ausentes (Bueu, Poio, Caldas de Reis, Cotobade, A Illa de Arousa, Marín, O Grove, Pontevedra, Cuntis y Vilaboa) a reflexionar y lamentó que "por intereses exclusivamente políticos" se ponga en juego un complejo sanitario "fundamental". "No podría entender que se pongan palos en las ruedas y se retrase la ejecución de proyectos de esta envergadura que nos van a permitir generar empleo y dinamizar económicamente" la comarca. La exigencia de los ciudadanos a un alcalde, dijo, pasa por que "supere" los intereses partidistas. Una teoría que no encaja, sin embargo, con el proceder de su consellería, que optó por excluir al alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, de la primera presentación del plan funcional a mediados de noviembre, donde sí estuvieron invitados el líder de la oposición, Telmo Martín, y el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, ambos del PP.
El ambiente en la ciudad empezó a caldearse ya a principios de semana, cuando Lores tanteaba a sus homólogos del área norte de la provincia para hacer frente común contra la propuesta de la Xunta. A su llamada respondieron una docena de compañeros (representan al 70% de la población de referencia), ninguno del PP, que firmaron un documento conjunto en el que muestran su "más enérgico desacuerdo por la paralización del Hospital Único en Montecelo". Una obra que "exigen" se retome y recuerdan, además, contaba ya con consignación presupuestaria y la previsión de empezar a construirse en 2009.
El texto recoge el rechazo de las autoridades locales ante un modelo "privatizador" de la sanidad que supondrá la "dilapidación de recursos públicos" -en la ampliación de Montecelo se han invertido ya 50 millones de euros- y el "deterioro" de los servicios. Los alcaldes insisten en que el futuro complejo sea financiado y gestionado con fondos públicos, en la línea de colectivos sociales como la Federación de Vecinos Castelao o la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública. Con ese respaldo social, Lores no descarta llevar a la calle sus reivindicaciones.
Y mientras la conselleira de Sanidade presentaba ayer en el edificio de la Xunta las directrices de este plan funcional, al otro lado de la ciudad la corporación local aprobaba, con los votos de BNG y PSOE, una moción presentada por la alcaldía en la que el Ayuntamiento de Pontevedra se niega a colaborar en la financiación del centro de Marcón y deja abierta la puerta a interponer las "alegaciones, informes o recursos" que considere oportunos al entender que se han quebrantado los convenios suscritos con el anterior Ejecutivo. La propuesta de Farjas prevé un nuevo edificio con una superficie construida de 150.000 metros cuadrados (el suelo lo debe poner a su disposición el Ayuntamiento), 723 camas y 20 quirófanos. El propio Núñez Feijóo vaticinó que será un referente a nivel europeo.
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