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Mujer, inmigrante, menor y sola: invisible

La Fundación Pere Tarrés alerta de la situación precaria de las jóvenes que llegan a Cataluña sin tutores

Inmigrante, mujer, menor de 18 años y sin un adulto que se haga cargo de ella: una suma que demasiadas veces aboca a la invisibilidad social. Eso ocurre en Cataluña. En 2009, la Dirección de Atención a la Infancia (DGAIA) atendió a 700 de los menores que llegaron como inmigrantes y sin acompañantes adultos. Sólo el 4% eran chicas.

De esa invisibilidad alerta un estudio de la Fundación Pere Tarrés, que se ha elaborado mediante 258 entrevistas a jóvenes y educadores de toda España y que se publicó ayer. Su autora, Violeta Quiroga, reclamó más coordinación entre la DGAIA, cuerpos policiales y las ONG para detectar a estas chicas y darles cobertura social. "Nos hemos relajado", espoleó Quiroga.

Tan invisibles son ahora estas menores, que el estudio no puede indicar cuántas hay. Pero sí ilustra las diferencias respecto a los chicos: éstos llegan últimamente del África subsahariana, y, desde hace ya más de una década, de Marruecos, pero prácticamente no llegan chicas magrebíes. Sí las hay subsaharianas y de Europa del Este. Llegan desde hace un lustro.

Muchas de las mujeres que se prostituyen en calles y clubes catalanes comparten esos orígenes. De hecho, "hay chicas que vienen a prostituirse", señaló ayer la investigadora Ariadna Alonso, y muchas de ellas caen en las manos de mafias. Son vulnerables, explicó Quiroga, porque muchas desconocen sus derechos como menores. Otras, en su mayoría rumanas, no están estrictamente solas. Llegan acompañadas por parientes lejanos y con ellos mendigan o hurtan, explica el estudio.

Los conflictos con sus padres o las ansias de libertad motivan los desplazamientos de unas y otras. El informe desmiente que los menores -chicos y chicas- emigren obligados por sus familias, para que manden dinero: el 94% de los niños y jóvenes encuestados aseguran que tomaron la decisión individualmente. El estudio también refleja que las llegadas caen, como también indicó la secretaria de la DGAIA: su organismo atendió en 2008 a 688 chicos. Hasta octubre de 2009, sólo a 386.

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