El ladrillo vuelve a ser la salvación
El Ayuntamiento de Pinto confía en que la aprobación del plan urbanístico solucione los problemas económicos del municipio
Hace tiempo que los acreedores se agolpan a las puertas del Ayuntamiento de Pinto. La situación es tan complicada que este verano el municipio tuvo que renunciar a los toros de las fiestas patronales porque todavía debía los del año anterior. En respuesta a la deuda de 30 millones de euros del pueblo, el alcalde, el socialista Juan José Martín, ha pasado el año que lleva en el cargo desgañitándose, repitiendo que la solución llegaría con el último gran proyecto urbanístico de Madrid, Punctum Millenium, un desarrollo de 4.000 viviendas protegidas para jóvenes: un perro verde en periodo de recesión de la construcción.
El Gobierno de la Comunidad tenía bloqueado el visto bueno a Punctum desde noviembre de 2008, pero desde hace unas semanas ya es viable. La duda es si será la salvación que esperan las arcas municipales.
El Consistorio espera recaudar 40 millones por el proyecto hasta 2014
"Esto no nos va a sacar del atolladero", afirman en el PP
El proyecto viene de cuando decir ladrillo sonaba a bonanza. La aprobación en 2002 del Plan General de Ordenación Urbanística de Pinto (43.000 habitantes) refrendó un gran proyecto en el suroeste del municipio, a poco más de 20 kilómetros de la capital. Más de 400 hectáreas que incluían viviendas, un complejo hotelero, campo de golf, un centro de salud, un parque de bomberos y espacios verdes. No hay en el horizonte ningún desarrollo de sus dimensiones. La Comunidad de Madrid informa de que lo más próximo es el Plan Calderón-Mahou, con la demolición y edificación de los terrenos del estadio y la cervecera.
Pero el desarrollo se vio detenido en su tramitación y muchos de los proyectos prometidos (el centro de salud, el parque de bomberos...) han quedado congelados. Para permitir la construcción de las viviendas, la Comunidad de Madrid aprobó el plan de sectorización de Punctum en noviembre de 2008, cuando la alcaldesa del municipio era Miriam Rabaneda, del Partido Popular. Un mes después llegó la moción de censura que significó el regreso de los socialistas al Consistorio con el apoyo de un concejal de Izquierda Unida y otro del partido independiente Juntos por Pinto (JpP). Después de ese día, el visto bueno a Punctum Millenium se bloqueó por no quedar refrendado con su publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.
El retraso en el trámite ha ido cobrando relevancia a medida que se hacían más evidentes las penurias económicas del Ayuntamiento. El alcalde que relevó a Rabaneda, Juan José Martín, ha acusado durante meses a Esperanza Aguirre de "estrangular" al municipio en venganza por la pérdida del poder en la moción de censura.
Aguirre nunca ha ocultado que para el Partido Popular recuperar el municipio es una prioridad. En la última reunión entre la presidenta y Martín, éste relató que Aguirre se hizo la "tonta", "diciendo que qué era eso de Punctum Millenium, que si era lo de Espacio del Motor", en referencia a otro gran proyecto pendiente, también bloqueado y del que Aguirre ya ha dicho que no saldrá adelante.
El Espacio, una ciudad del automóvil con circuito de velocidad para 140.000 espectadores, es el origen de buena parte de los conflictos municipales por lo jugoso de los 1.500 millones de euros que supondría el proyecto, según los promotores. Sólo mencionarlo levanta polémicas en Pinto. Por ejemplo, Reyes Maestre, líder de JpP, basó su programa electoral en el rechazo al Espacio del Motor y, posteriormente, ha pasado a respaldarlo dentro del equipo socialista.
En noviembre, unos días después de que la presidenta recibiera de Martín una amenaza de demanda por prevaricación por bloquear "de manera intencionada" el desarrollo de Punctum, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Territorio de la Comunidad publicó el plan.
El alcalde está tan contento que ha prometido enterrar el hacha de guerra y esforzarse por normalizar las relaciones con Aguirre. La alegría es comprensible: el Ayuntamiento asegura que el trámite de la publicación le reportará 40 millones de euros hasta 2014, a medida que se vayan cumpliendo fases de la urbanización, en virtud de un acuerdo al que llegó con los promotores.
La chequera está sobre la mesa; la cuestión ahora es si la Ley del Suelo permite utilizar ese dinero para sacar al municipio del atolladero.
El Ayuntamiento está a la espera de que un informe técnico de la Intervención Municipal dé el visto bueno a que los millones se destinen a pago corriente. Juan Antonio Padilla, portavoz del Partido Popular, ha expresado sus dudas: "En todo caso, no van a ser los que saquen a Pinto del atolladero". Si el informe, que estará listo a principios de año, es favorable, el Consistorio espera poder pagar subvenciones atrasadas a asociaciones y proveedores. De no ser así, Punctum puede florecer, pero las arcas de Pinto continuarán secas.
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