Feijóo y PSdeG coinciden en que sea el Parlamento el que entre en las cajas

Consejeros designados por el Parlamento pero con un perfil técnico que garantice una gestión profesional de las cajas. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el líder de la oposición, Manuel Vázquez, se han acercado en algo. Sus propuestas para reformar la ley de cajas -las enmiendas a la proposición de ley del BNG se conocerán hoy- coinciden en que debe ser el Parlamento, y no el Gobierno gallego, el que designe a los representantes en las entidades de ahorro. Esa idea separa a populares y socialistas de la apuesta del BNG, que ya ha establecido en su borrador un mínimo de un 20% de consejeros designados por el Gobierno gallego.

Fuentes próximas a la Xunta descartan que en la futura legislación el Ejecutivo pueda compatibilizar su labor fiscalizadora en las cajas y la capacidad de nombrar representantes en los consejos de administración, con la consiguiente colisión de intereses que ello podría deparar. Por eso, ayer el presidente defendió que le parece una "excelente" fórmula que el Parlamento proponga a los representantes en Caixa Galicia y Caixanova, si bien evitó concretar -lo hará hoy su partido- el número de consejeros. Feijóo abomina no obstante del término "representantes políticos". Abogó por designar a "personas que tengan conocimientos en materia jurídica y económica y que no ostenten ninguna representación o cargo político".

Los socialistas estiman "poco serio" negociar la nueva ley en 20 días

"Ningún gobierno puede imponer la fusión ni decidir qué es bueno y malo"

Las reflexiones de Feijóo, realizadas tras presidir el Consello de la Xunta, venían a cuento de las que acababa de hacer el secretario general del PSdeG, Manuel Vázquez, en un encuentro con políticos, empresarios y periodistas. Como ya había adelantado el Grupo Parlamentario del PSdeG, su enmienda a la proposición de ley de los nacionalistas pasa por que sea el Parlamento, y no la Xunta, el que entre en los órganos de representación de las cajas de ahorro. "Sería una temeridad entregarle la representación al Gobierno", alertó. El líder socialista apostó por un "gran consenso social y político" que abarque el futuro de las cajas, aunque esta vez no se comprometió con ningún modelo en concreto, y hasta habló de ellas en plural: "Nuestro posicionamiento es contar con entidades gallegas solventes e identificadas con los problemas y fortalezas de Galicia".

El moderador del debate leyó a Vázquez una pregunta anónima muy crítica con la fusión. En presencia del presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso -no asistió el director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez-, el líder del PSdeG opinó que este tipo de uniones "no son buenas ni malas". Son una posibilidad, pero nunca "una obligación", por lo que demandó "respeto" a las decisiones de las cajas. Sin "imposiciones", porque "ningún gobierno puede decir lo que es bueno o es malo". Respecto a las diferencias de criterio de las dos cajas, esperó despejarlas con las auditorías encargadas sobre sus cuentas, la denominada due diligence. Si los nuevos informes aconsejan la fusión, "seguro que la harán". De lo contrario, "sería insostenible forzarla".

De la advertencia, Vázquez pasó a la crítica, centrada en las urgencias de la nueva legislación. Exhibió la "voluntad de consenso" de los socialistas en la elaboración de la futura ley de cajas, consideró "poco serio" que se pretenda aprobar "en 20 días, incluidas las navidades". Y recomendó: "Si hay divergencias [en la negociación de las enmiendas] hay que parar, levantar la cabeza y entender que nos estamos jugando el futuro". Las conversaciones entre los tres grupos parlamentarios comenzarán a partir de que hoy se conozcan las propuestas de todos ellos, aunque Vázquez adelantó que el PSdeG no prestará su apoyo a la ley si se convierte en "una estrategia de presión política".