El PSC asume que los pacientes deberán pagar parte de los servicios sanitarios

Son 308 folios con recetas para abandonar la segunda posición en las encuestas y superar a Convergència i Unió (CiU). Los socialistas catalanes tienen ya la base de su programa electoral, un documento al que ayer dio el visto bueno José Montilla y que servirá para planificar las propuestas con vistas a las elecciones del próximo año. Y apunta a cambios profundos, algunos de los cuales levantarán ampollas en los defensores del modelo social vigente.

Los socialistas asumen, por ejemplo, que la sanidad pública deberá apostar por el copago de los usuarios para mantener su nivel de calidad. Además piden que la Administración pública abandone su burocratización actual para adoptar "conceptos de gestión del mundo empresarial".

- Funcionarios más productivos. Se apuesta por potenciar un cambio de una administración "burocrática" a otra que funcione en función de "resultados" y reformar la función pública introduciendo conceptos de gestión del mundo empresarial privado con la prioridad de reducir costes de producción. Se deben redefinir horarios en escuelas y hospitales, y adoptar el sistema de turnos.

Pagar para ir al médico. Tras años de debates, los socialistas se inclinan por medidas drásticas para fomentar la autoregulación de los ciudadanos en el uso del sistema sanitario. Además de campañas de sensibilización sobre los costes, proponen avanzar hacia un sistema de copago en función de las rentas, del patrimonio y del tipo de patología de cada usuario. Para evitar un gran desgaste electoral, se plantean hacer grandes campañas informativas. Hace cuatro años el Departamento de Salud ya trabajó la idea del copago, pero la consejera, Marina Geli, cortó el debate para evitar costes electorales. La propuesta rompe con el modelo que ha regido hasta ahora en España, con servicios gratuitos y en el que sólo se paga una parte de los medicamentos. "La propuesta se tendrá que trabajar mucho antes de incluirla definitivamente en el programa electoral", afirma Jaume Collboni, coordianador de programas del PSC.

- Más impuestos sobre el coche. El programa pide que se potencie el coche eléctrico para los entornos urbanos, con enchufes en cada aparcamiento y o recambio de baterías en estaciones de servicio. "Para compensar las consecuencias negativas del tráfico rodado es necesario avanzar hacia una fiscalidad verde directamente vinculada a cada vehículo, a través del pago por uso, que tome en consideración los kilómetros recorridos, las características del vehículo (emisiones), la carretera y el momento (hora punta o valle) que se escoja", reza el texto.

- Más carriles y más estrechos. En las autopistas del entorno metropolitano se analizará si se puede reducir el ancho de los carriles y los arcenes, puesto que los actuales están diseñados para circular a 120 kilómetros por hora. Se podría convertir una autopista de tres carriles en una de cuatro reduciendo 30 centímetros la anchura de cada carril y de los arcenes. El Servicio Catalán de Tráfico ya ha planteado la medida en algunas ocasiones.

- Contra la corrupción. El PSC propondrá a las fuerzas políticas catalanas la creación de una comisión conjunta entre los partidos y representantes cualificados de la ciudadanía para elaborar un cuerpo normativo autorregulador que garantice su apertura a la sociedad, la organización y el funcionamiento democrático, mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.

- ¿Voto a los 16 años?. Se propone "revisar a la baja" la edad para ejercer el derecho a voto. Se debe conceder el derecho de voto a todos los nuevos ciudadanos que expresen voluntad de ejercerlo y muestren un mínimo conocimiento de Cataluña y compromiso con ella. Los socialistas también se plantean si es necesario o no que los países de origen de los inmigrantes den reciprociad de voto a los españoles residentes en ellos a la hora de conceder el derecho de sufragio a estos inmigrantes.

- Políticas de igualdad. "Falta un liderazgo femenino en el partido", reza el programa. Los socialistas admiten que leyes como la de igualdad todavía no han dado los resultados deseados. "La llegada de Zapatero al Gobierno supone un punto de inflexión en las políticas de igualdad de género. Sin embargo, se trata de una adopción dialéctica del concepto, ya que las medidas para alcanzar la igualdad todavía no están completamente implantadas", afirman.