El PP aprueba un área para aves contra la que se manifestó
Los populares se ofrecen ahora como mediadores del conflicto que alentaron
En agosto de 2007 el alcalde de Xinzo de Limia y senador, Isaac Vila, se echó a la calle aferrado a una pancarta con el lema ZEPA non. El empresario agrícola, político y promotor inmobiliario se convirtió en el líder de una manifestación, secundada por el nacionalista Sindicato Labrego Galego (SLG) y por cuanto cargo institucional había en el PP orensano, contra la declaración de Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) en A Limia. Gobernaba el bipartito y los cargos del PP tildaron de cacique al entonces conselleiro de Medio Ambiente, el socialista Manuel Vázquez. Dos años después, con el PP al frente de la Xunta, Vila ya no lidera la plataforma contra la ZEPA -ni siquiera está en ella- y el Gobierno autónomo publica el decreto sin consensuarlo con los agricultores ni someterlo a debate parlamentario.
Con los agricultores como únicos integrantes ya de la plataforma exigiendo explicaciones, el vicepresidente primero del Parlamento, José Manuel Baltar Blanco, enmendó ayer la plana a su partido. Se comprometió a agilizar la modificación de la Ley del Suelo y a aprobar el plan de gestión de la ZEPA que reclaman los vecinos.
"El PP pasó de la pancarta al decretazo", sostiene el portavoz del BNG en la Diputación de Ourense, Xosé Manuel Fírivida, para explicar el cambio de postura no sólo de los diputados provinciales, autonómicos y en Cortes del PP orensano que arroparon a Vila en aquella manifestación en la que arremetieron contra el bipartito. Acusan también de mentir al presidente de la Xunta. Enel mitin de fin de campaña que el PP celebró en Xinzo, Feijóo prometió ante los agricultores limianos que si gobernaba no declararía la ZEPA en A Limia, repiten los nacionalistas. El PP los "vendió", ha sido una "auténtica burla", denuncia Fírvida.
Socialistas y nacionalistas asisten ahora al "decretazo" de la ZEPA. La declaración fue publicada, aunque no aprobada, sin someterla antes a debate parlamentario ni negociarla con los afectados, en el DOG del pasado 24 de noviembre. A la vista del documento, y a expensas del compromiso asumido ayer por Baltar, el BNG alerta de que afectará sólo a los agricultores de la comarca "que no son amigos del PP". "No hay más que echarle un vistazo al mapa de Sandiás", sostiene Fírvida, quien destaca que la delimitación de las fincas afectadas por la ZEPA no dibuja una línea recta, sino un "extraño" zigzag.
El BNG alerta además de que han quedado fuera de la declaración las fincas que tiene la Diputación en esa comarca (hipódromo e Instituto do Campo, dedicado a la investigación de patata y cereales) y las de la Xunta.
En la plataforma contra la ZEPA queda ya sólo el Sindicato Labrego reclamando a quienes antes sujetaban sus pancartas que consensúen con los agricultores, que garanticen que se mantendrá el uso agrícola actual y que la declaración no afectará a las infraestructuras de regadío. Lo mismo, más o menos, que los representantes institucionales del PP pedían al bipartito.
Los agricultores han pedido explicaciones a Isaac Vila. El alcalde limiano salió del paso hace unos meses manifestando que la ZEPA fue "una iniciativa del tripartito anterior" y que quizá la Xunta de Feijóo "ha tenido una imposibilidad normativa de revocarla". El PP esgrime que ha reducido las 10.000 hectáreas dibujadas por el bipartito a 7.000. Pero socialistas y nacionalistas lo corrigen. "Lo que no dice el PP es que ahora hay dos niveles de protección: el primero, más estricto, de 7.000 hectáreas y el segundo, de perímetro, de otras 7.000", matiza Fírvida.
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