El PSOE pide en la cajas un 15% de representantes de la Cámara

Restan 48 horas para que los grupos presenten propuestas para la nueva ley de cajas, y sus líneas maestras empiezan a salir a la luz. Las del BNG, porque están explícitas en su proposición de ley, inesperadamente apoyada por el PP en el pleno. Será la del Grupo Popular, dada su condición de grupo mayoritario, la que servirá de base a la ley final, pero el PSdeG perfila ya su borrador. En él, se prevé fijar en un 15% la representación no de la Xunta, sino del Parlamento, en los órganos de gobierno de las cajas de ahorros de Galicia.

Los nacionalistas proponen que el Gobierno gallego disponga de un 20% de representación en las asambleas y consejos de las cajas. El Grupo Socialista rebaja su propuesta al 15%, y la transforma para que sea el Parlamento quien proponga a los representantes. "La Xunta ya ejerce la supervisión de las cajas, y el supervisor no puede ser a la vez el supervisado", explican fuentes socialistas. Los criterios de elección serían de vinculación política para las asambleas y de gestión para los consejos; es decir, que los propios diputados podrían formar parte de las primeras, pero delegarían en profesionales de prestigio para llevar el día a día de las cajas desde el consejo.

El borrador aboga por desplazar la representación de la Xunta al Parlamento

Los diputados podrían pertenecer a la asamblea, pero no ser consejeros

Otra propuesta del PSdeG hace referencia al plazo para la adaptación de los estatutos a la nueva ley y la renovación de asambleas y consejos de Caixa Galicia y Caixanova. Los socialistas coinciden con el Bloque en demandar un plazo de tres meses para la acomodación estatutaria a las disposiciones de la nueva ley, con otros tres meses añadidos para proceder a la renovación de sus órganos de gobierno. De aplicarse en estos términos, las dos cajas gallegas tendrían que renovar asambleas y consejos antes de julio de 2010.

Los socialistas son partidarios de establecer en los 70 años la edad de jubilación de consejeros y directores generales, lo que afectaría directamente al presidente de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, y de "no prohibir nada" respecto a alianzas entre cajas. Eso sí, con un refuerzo del control de la Xunta, que pasa por desplazar de la Consellería de Facenda al Consello de la Xunta los pronunciamientos sobre fusiones. De acuerdo con el borrador que maneja el PSdeG, el gasto en obra social estaría planificado a medio plazo por la propia Xunta.