Un lunes de exposición

A diferencia de lo que ocurre la gran mayoría de lunes del año, los museos de la capital vizcaína abrieron ayer sus puertas a los visitantes. Era la última jornada de apertura extraordinaria de 2009 y casi todas las pinacotecas bilbaínas mantuvieron sus horarios y tarifas habituales. Hubo vecinos de comunidades limítrofes que vinieron a pasar el día con la intención de disfrutar de alguna exposición concreta y turistas extranjeros que vieron la oportunidad de añadir una actividad extra a sus vacaciones al conocer la iniciativa.

La oferta era amplia. El Museo de Bellas Artes, que recibió a 900 personas en todo el día, exhibió, entre muchas otras, la obra invitada de Lucian Freud (Reflejo con dos niños), medio centenar de fotografías de la colección Ordóñez-Falcón II y la exposición El joven Murillo -formada por las primeras 42 obras del afamado pintor del siglo XVII-. Precisamente, los trabajos del artista sevillano fueron uno de los mayores reclamos para los visitantes -las plazas de las dos visitas de grupo programadas se agotaron enseguida-. Así, por ejemplo, la familia y amigos cántabros y palentinos de Mari y Miguel se desplazaron ayer hasta Bilbao con el único propósito de contemplar, entre otros cuadros, Vieja con gallina y cesta de huevos y Dos muchachos comiendo melón y uvas. "Nos ha encantado. Somos muy aficionados a su pintura y nos enteramos por la web del museo de que hoy -por ayer- iba a estar abierto y enseguida organizamos una excursión".

Abundaron los visitantes de comunidades limítrofes, como Cantabria

La exposición de 'El Joven Murillo', en el Bellas Artes, fue de las más demandadas

Las atestadas inmediaciones del museo Guggenheim, cuya fachada era retratada una y otra vez por cientos de turistas, advertían de la gran afluencia de público que albergaban sus instalaciones. El joven estudiante de Arquitectura, Marcos Corbal, natural de Vigo, salió "entusiasmado" de la pinacoteca.

Y es que llevaba "mucho tiempo" deseando disfrutar de la exposición de Frank Lloyd Wright y Richard Serra, a quienes admira. Por eso, decidió incluir una breve parada en el Guggenheim como parte de su "escapada" al País Vasco y Cantabria. Acompañado de dos amigos, la estudiante de Arte checa Marketa Pajorova, y el polaco Lucasz Wasiak, futuro economista, salieron del museo rumbo a San Sebastián, tras una frustrada visita a las cuevas de Altamira.

El Museo Marítimo Ría de Bilbao también acogió un buen número de visitantes, como era el caso de Carmen, madrileña, que se quedó "fascinada" tras ver la muestra titulada La Ría de hierro y visitar el bergantín goleta Thalassa.

Parejas, grupos de amigos y familias más o menos amplias recalaron ayer también en el Museo Vasco, especializado en etnografía y arqueología, y en el de Reproducciones Artísticas. Los aficionados al arte tienen, si lo desean, otra cita en el Guggenheim, el Marítimo y el Bellas Artes, que vuelven a abrir hoy.