Los socialistas presionan al PP para tratar de conseguir más consejeros en Caja Madrid

Hace tiempo que Caja Madrid se ha convertido en un asunto que provoca demasiados dolores de cabeza a los políticos madrileños. El de ayer vino causado por el encontronazo que socialistas y populares mantuvieron en la Asamblea de Madrid. La razón: el reparto de los 53 consejeros generales de la caja (que elegirán a los miembros del Consejo de Administración) que le corresponden a la cámara regional.

La portavoz del PSOE, Maru Menéndez, argumenta que la composición política de la Asamblea ha cambiado tras la expulsión del grupo popular de los tres diputados imputados por el caso Gürtel. Esta situación reduce la representación del PP, y eso, comenta Menéndez, les perjudica en el reparto.

Según la diputada socialista, el PP pierde un consejero general en Caja Madrid en favor del PSOE por la situación de los diputados no adscritos. El recuento que hacen los socialistas dejaría al PP con 29 representantes en la caja; el PSOE, 19; e IU, 5. Pero el grupo popular en la Asamblea rechaza este reparto. Alega que el proceso electoral comenzó con una situación y debe continuar de esa forma. "Tienen menos diputados y deben reconocer la nueva composición de la cámara", rebate Menéndez, que amenaza al PP con ir a los tribunales. El próximo día 17 está previsto que el pleno de la Asamblea elija a sus representantes.

En el fondo del asunto está el pulso entre Rodrigo Rato, candidato a presidir la caja, y el secretario de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, por el reparto de los 22 miembros en el Consejo de Administración de Caja Madrid. Gómez aspira a mantener el acuerdo que alcanzó en verano con el PP, por el cual obtendría tres asientos en el Consejo, frente a los 11 de los populares. Rato pretende mantener la mayoría que tiene actualmente el PP. Ninguno está dispuesto a ceder, y ambos miran de reojo a los sindicatos, con los que también llegaron a un acuerdo para cederles asientos en la caja.