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Serna propone pasar al lunes los festivos de entre semana

La consejera dice que la Inmaculada no debería ser festivo en una sociedad laica

¿Se deben mantener los puentes o bien eliminarlos del calendario? Los gobiernos, tanto el central como los autónomos, y los empresarios han abierto el debate en numerosas ocasiones, pero nunca han pasado de ahí al hallarse con la oposición de la Iglesia católica y los sindicatos. La consejera de Trabajo, Mar Serna, volvió ayer a ponerlo sobre la mesa al considerar que las comunidades autónomas deberían poder gestionar los días festivos para convertir en laborables algunas fechas señaladas y pasarlas al lunes.

En declaraciones a RAC 1, Serna abogó por "racionalizar" los horarios y las vacaciones, puesto que ello contribuiría a mejorar la "competitividad" de la empresa catalana. La Generalitat, sin embargo, sólo puede decidir sobre cuatro festivos propios de la comunidad: el lunes de Pascua, Sant Joan, el 11 de septiembre y el día de Sant Esteve.

Por ello, Serna pidió al Gobierno central "más margen de maniobra" para gestionar al menos "la mitad de los festivos" del calendario. Y lo dijo justo en uno de los puentes más emblemáticos del año, puesto que el día de la Constitución y la Inmaculada Concepción suelen caer en la misma semana. La titular de Trabajo argumentó que el 8 de diciembre, por ejemplo, es una "fiesta religiosa", cuando la sociedad es cada vez más laica.

"Es una fiesta muy religiosa, no tiene nada que ver con nuestra sociedad, se debería cambiar este día por otro, un lunes preferiblemente", sostuvo Serna. En cambio, la consejera admitió que otras fiestas no son tan fáciles de cambiar, como el 11 de septiembre, que tiene "un significado muy fuerte en el imaginario colectivo".

Serna destacó que cualquier modificación debería realizarse siempre con el acuerdo de los agentes sociales, sobre todo sindicatos y patronales. "Hay sectores que seguramente no estarían de acuerdo, como el transporte, el turismo y la hostelería", agregó. Aun así, la consejera recordó que el Ejecutivo catalán ya trató de cambiar en una ocasión la festividad de Todos los Santos, el 1 de noviembre, pero no fue posible al topar con la oposición de los sindicatos.

De hecho, el Ministerio de Trabajo trató en 1995 de evitar un superpuente de diciembre que suponía prácticamente perder una semana de producción, puesto que ambos festivos, el 6 y el 8, caían entre semana. Y eso en un mes en el que, además, están las fiestas de Navidad. Entonces el Gobierno central intentó trasladar cada uno de esos festivos a los dos primeros lunes del mes, pero se halló con el rotundo rechazo de la Iglesia católica, con la que se acuerdan parte de los festivos del año. En 1995, la Conferencia Episcopal consideró que la Inmaculada Concepción era una fecha irrenunciable.

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Inspecciones sorpresa

Más de 2.000 empresas catalanas en las que puede producirse algún accidente laboral recibirán hasta el 31 de marzo de 2010 la visita de técnicos de seguridad de la Generalitat, que evaluarán las condiciones de trabajo de los empleados. Hasta ahora, la Inspección de Trabajo sólo realizaba estas visitas a una empresa tras un siniestro.

El director general de Relaciones Laborales, Salvador Álvarez, explicó que la Generalitat revisará 2.131 empresas para anticiparse a los accidentes. Las compañías a las que acudirán los inspectores se han elegido de acuerdo con los "puntos negros de siniestralidad" que el Ejecutivo catalán ha identificado a partir de los accidentes de este año. El 27% de las empresas son constructoras; el 23%, comercios, hoteles y restaurantes, y el 13%, industrias manufactureras.

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