Comercios llenos, pese a la crisis

Los clientes acudieron ayer de forma masiva a los grandes centros comerciales de la Comunidad Valenciana a pesar de la crisis económica. Una mañana soleada y apacible, el primer fin de semana del mes y la proximidad de las fiestas navideñas fueron ingredientes decisivos para animar al público a lanzarse a la calle. Martín Quirós, portavoz de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) en la Comunidad Valenciana, aseguró que a las siete de la tarde se habían superado ligeramente las expectativas de las grandes superficies. "Hay que tener en cuenta que se cierra a las diez de la noche, pero esperamos recibir algo más de 600.000 clientes". ¿Y compran? "El cambio de clima, la llegada del frío, se ha notado mucho en el textil", aseguró Quirós, "también se han vendido mucho en complementos y regalos. Hoy ha arrancado con fuerza la campaña de Navidad".

Reig: "Confianza, ningún gobierno nos va a sacar de esta situación"

Las matrículas en los garajes revelaban la potencia del atractivo comercial de algunas grandes superficies. Xàtiva, Alzira, Puerto de Sagunto, Benifaió...

Según datos del INE, hasta el pasado mes de septiembre, las ventas del comercio minorista habían caído por encima del 5% respecto al año anterior.

Pero los comerciantes, grandes y pequeños, afrontan con optimismo la campaña de Navidad. Pedro Reig, presidente de la Confederación Valenciana de Comercio (Covaco) esgrimió ayer una encuesta según la cual casi la mitad de sus afiliados está convencido de que la campaña de Navidad "será buena". "Tenemos que recuperar la confianza ya que los gobiernos no nos van a salvar de esta situación", sentenció.

La mitad de los pequeños comerciantes se han visto obligados a rebajar precios desde el pasado mes de octubre para intentar animar a sus clientes, según confirmó ayer Aurelio Calvache, secretario de la Federación Valenciana de Comercio (Fevalco), en declaraciones a Efe.

Pero Calvache alertó sobre el peligro de renunciar a los márgenes de negocio para mantener las ventas. "Puede ser pan para hoy y hambre para mañana", advirtió.

Pedro Reig, de Covaco, concedió que los comerciantes se han visto "abocados a hacer descuentos". Reig abogó por ayudas directas a los pequeños comercios para innovar o reformas sus locales y aseguró que esas inyecciones de capital multiplican por cuatro sus efectos.

"La gente está en la faena de comprar", aseguró una dependienta de una gran superficie comercial de Valencia poco antes de las doce de la mañana. "Otros domingos, a estas horas, estamos aquí mirándonos la cara unas a otras".

"Tal como está la cosa, tenemos que aprovechar el principio de mes para que no nos pille el toro", comentó socarrona una vecina de Alzira que compraba colonias y perfumes.

Una voz impersonal repetía: "Sólo para su comodidad, para facilitarle sus compras navideñas, abriremos seis domingos consecutivos".

El sexto será el primero de las rebajas y el arranque de la cuesta de enero. Pero ayer se notaba cierta alegría entre los consumidores.

Las grandes arterias comerciales de Valencia funcionaron al ritmo de un sábado, flojucho, pero funcionaron. La inmensa mayoría de los pequeños comerciantes cerraron, pero con algunas excepciones. Tiendas de filatelia y numismática, una histórica sombrerería, alguna zapatería alejada de las grandes avenidas, una tienda de comestibles en pleno centro de Valencia...

La jornada de ayer puso en evidencia la eficacia de algunos formatos comerciales novedosos. A las puertas de una pequeña tienda que ofrece ropa y complementos al precio único de 10 euros por pieza, un padre invitaba a su indecisa hija a decidirse: "Por 10 euros cada uno, llévatelos dos".

La tarde, más desapacible, llevó al público a abrigarse en los centros comerciales.

Un portavoz de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución avanzó el viernes unas estimaciones que elevaban a 600.000 los clientes potenciales que esperaban recibir las grandes superficies de la Comunidad Valenciana.

Un portavoz de Asucova, la asociación de supermercados, puso en duda los números de sus grandes rivales. "Teniendo en cuenta la población, esa cifra parece excesiva", comentó, "el pasado 1 de noviembre dijeron lo mismo y pincharon de forma estrepitosa".

Los mercadillos y puestos de artesanía en el centro de Valencia sí antendieron numeroso público. Pero los pequeños comercios artesanos de alguna calle del centro de la capital cerraron en bloque.