Politécnica y Universitat se unen en serio para tener el campus de excelencia

Después del sonado fracaso del primer intento, que pareció abrir una brecha insalvable entre ambos centros, la Universitat de València y la Politécnica de Valencia han resuelto volver a presentarse juntas a la próxima convocatoria del Campus de Excelencia Internacional, el programa creado por el Gobierno para situar un puñado de universidades españolas entre las mejores de Europa. "Creo que sería conveniente concurrir con un proyecto asociado con la Politécnica", declaró ayer Francisco Tomás, rector de la Universitat. "Opinamos exactamente lo mismo", añadió Juan Juliá, rector de la Politécnica, que se encontraba de viaje oficial en Estados Unidos.

Los equipos de gobierno de las universidades han retomado el contacto. La nueva edición del Campus de Excelencia Internacional (CEI) se convocará en febrero, según anunció el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, y podría estar resuelto antes del verano.

Pasado el calentón inicial, las universidades han reflexionado y seguramente han echado cuentas. El fallo de la primera convocatoria las dejó en el tercer y último nivel del programa (el de "proyectos prometedores"), con una financiación de ocho millones de euros. Las iniciativas más valoradas fueron las que presentaron conjuntamente la Universidad de Barcelona y la Politécnica de Cataluña, de un lado; y la Complutense y la Politécnica de Madrid, del otro. Cada proyecto asociado se llevó 21 millones.

El mensaje ofrecía pocas dudas. El Ejecutivo había decidido la unión de las tres grandes universidades politécnicas españolas con tres de las mayores universidades generalistas partiendo del principio de vecindad. Pero la alianza entre los dos centros valencianos fue poco más que teórica. Llegaron al último examen, ante un comité internacional de expertos, con dos proyectos independientes. Y les fue muy mal.

Educación ha confirmado que habrá una nueva convocatoria, pero la primera edición ya ha creado cinco campus de excelencia internacional. La impresión es que se van a crear muy pocos más. Presentándose solas se arriesgan a quedarse fuera otra vez. En esta ocasión de forma casi definitiva."Si vamos solas, a lo más que podríamos aspirar sería a ser campus de excelencia regional, que es el segundo escalón del programa. O, como mucho, una de las dos podría llegar al grupo de arriba, pero está claro que no va a haber dos campus de excelencia internacional en Valencia", afirmaba ayer un dirigente universitario.

Unidas, la cosa cambia. Las mismas fuentes aseguran que el martes, en el Consejo de Universidades, el Gobierno sugirió que de haber presentado un verdadero proyecto asociado a estas horas serían CEI. Y que los proyectos prometedores que hagan los deberes tendrán muchas posibilidades de éxito.

La Universitat de València ha pedido al ministerio las calificaciones que recibió la semana pasada su proyecto asociado con la Politécnica y que no superó el examen. No tanto para plantear una reclamación, que parece descartada, como para no tropezar con la misma piedra.

En la universidad existe la impresión de que remontar hasta el grupo de cabeza es fundamental estratégicamente. Aparte de la financiación extraordinaria (ya han dejado escapar 13 millones), y del hecho de que ésta se articule mediante créditos reembolsables, cunde la opinión de que los CEI recibirán un variado tipo de ayudas en los próximos años en el marco de la nueva Ley de Economía Sostenible.

Las dos universidades valencianas empezaron a trabajar juntas muy tarde en la pasada edición CEI. Cuando lo hicieron, sin embargo, avanzaron rápido.

El fracaso ha abierto viejas heridas entre ambas, pero probablemente no hay mejor forma de cerrarlas que volver al tajo codo con codo y ganar.