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Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Vuelve Suárez

La última imagen conocida de Adolfo Suárez, ya enfermo de Alzheimer, tomada el 18 de julio de 2008, ésa en la que se le ve caminar hacia un jardín umbroso, acompañado por el Rey que amistosamente le coloca la mano en su espalda, con todo su significado, ha suscitado la portada y un libro -Suárez y el Rey- de Abel Hernández, ex colaborador de Suárez, y ha estimulado a que Gregorio Morán reedite y amplíe su polémica Historia de una ambición, publicada hace 30 años, con un título corregido, Adolfo Suárez, ambición y destino. Morán, en su jugosa introducción, se escandaliza de la monumental impostura en torno a la figura de Suárez, de cómo muchos de los que le acosaron y se ensañaron con él, hasta su dimisión en enero de 1981, hoy le elevan a los altares. Hoy se compite en adularle y prácticamente no hay institución que se precie que no le haya otorgado algún reconocimiento, sin contar el aluvión de periodistas que participaron en la campaña de su derribo, como Pedro J. Ramírez, que hoy dice: "Adolfo Suárez no está gagá ni tiene Alzheimer. Lo que ocurre es que está triste". Para Morán, la canonización de Suárez no es inocente. Se inicia en 1995, en la etapa terminal de Felipe González y en plena ascensión de José María Aznar, que llegó a señalar: "El nacimiento de la España contemporánea, moderna y democrática está asociado al nombre de Adolfo Suárez". Morán interpreta que Suárez se fue convirtiendo en un referente obligado de la derecha, en un momento en que buscaba legitimarse en el pasado. Esa misma derecha carga sobre el PSOE la responsabilidad de la dimisión de Suárez a la par que elude la decisiva importancia que tuvo en ella la conspiración interna contra él en el seno de su propio partido, la UCD. ¿Cuál fue la verdad? Morán no duda de que la campaña contra Suárez procedió de la "derecha, en la banca, en la empresa, en el Ejército, en la Corona, en las clases medias, en los medios de comunicación, que abominó de Suárez, convencida de que estaban ante un nuevo Kerenski que acercaría al poder a los nuevos bolcheviques del PSOE". Morán cita a Carlos Abella, autor de la biografía más solvente de Suárez, reeditada: "Sabía que la CEOE, el Opus Dei y destacados periodistas se habían conjurado para echarle del poder y había oído rumores de que existía una operación en marcha para situar a un militar al frente de un gobierno de gestión. Desde hace varios meses, Suárez dormía con una pequeña pistola en la mesilla de noche". Abel Hernández confirma, también, el distanciamiento del Rey de Suárez desde 1980 y cómo el Monarca es sensible a las recomendaciones que le llegan desde las instancias de poder comprometidas contra Suárez, para que lo releve. Hernández precisa que un error del Rey, en esa coyuntura, fue fiarse del general Armada, ex secretario de la Casa Real y autor intelectual del golpe del 23-F. Y Morán, como Javier Cercas, autor de Anatomía de un instante, consideran una "frivolidad" la posición del Rey en aquellas fechas, aunque luego la compensó con su firme actitud el 23-F. ¿Y quién es Suárez? ¿Es el héroe que defendió valientemente la democracia el 23-F en el Congreso o es el trepa espabilado que dibuja Morán en 1979 y posteriormente matiza? La respuesta más aproximada la dio Cercas al comparar a Suárez con el general de la Rovere, el personaje que encargó Vittorio de Sica en la película homónima. El personaje de De Sica era un pícaro que al ser confundido con un líder de la Resistencia contra los nazis, interioriza su nuevo rol de dignidad y acaba fusilado por los nazis.

Adolfo Suárez, ambición y destino. Gregorio Morán. Debate. Barcelona, 2009. 592 páginas. 22,90 euros. Suárez y el Rey. Abel Hernández. Espasa. Madrid, 2009. 162 páginas. 19,90 euros.

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