Luces ecológicas y adornos reciclados en la Casa Blanca

"¡Cinco, cuatro, tres, dos... uno! ¡Funcionó!", exclamó el presidente haciendo creer a los miles de niños presentes que podría no haber funcionado... Aunque, visto lo visto, con extraños colándose en las fiestas de Estado de la Casa Blanca, quizá el presidente no las tenía todas consigo.

Con las manos de sus hijas, Sasha y Malia, y de su esposa, Michelle, además de las suyas, sobre el botón de encendido, el presidente de Estados Unidos continuó el jueves por la noche una tradición que inició en 1923 el entonces residente en la Casa Blanca, John Calvin Coolidge: abrir la temporada navideña con el encendido del árbol. Y como todo lo que toca Obama lleva el apellido "histórico" o "primera vez", el árbol de este año se ha decorado, por primera vez, con adornos reciclados de otras ocasiones y bombillas de bajo consumo. No en vano Obama es el primer presidente verde de EE UU y el primero que desde su despacho contempla un huerto de productos orgánicos plantado por su esposa.

Hasta casi 10.000 personas estaban invitadas a la ceremonia en los jardines de la Casa Blanca. Invitaciones que se comprobaron una a una y con lupa. El presidente deseó feliz Navidad a todos y tuvo unas palabras para los soldados que están lejos de casa y para aquellos que sufren porque "han perdido su trabajo o sus hogares". Hasta el próximo mes de enero, quienes visiten la capital de la nación podrán contemplar los casi 13 metros de alto y cuatro de ancho del abeto más famoso del país, que lleva plantado en la Casa Blanca desde 1978.