La guía del Camino en el móvil

El peregrino que ha cruzado el charco en vuelo procedente de Iowa ha completado el Camino desde Saint Jean Pied de Port y llegando al Obradoiro, puesto en pie ante la catedral, antes de extasiarse con el monumento, se quita la mochila, desenfunda el móvil y saca una instantánea de la fachada. No, perdón. No es una foto lo que hace. Con el teléfono enfocando la basílica, se quita el guante y toquetea con el índice la enorme pantalla táctil de su teléfono. Lo que está haciendo el peregrino yanqui con el dedo es activar capas de realidad aumentada, un concepto que la mayoría de los mortales aún no comprendemos pero que los forofos de la tecnología ya han adoptado dentro de su jerga habitual.

Los peregrinos podrán saber si hay literas libres en el próximo albergue

Signo ha referenciado desde septiembre 3.000 lugares de la ruta

La realidad es la mole pétrea que capta el objetivo del teléfono, y lo que la aumenta, si es posible aumentar la visión en directo de la catedral de Santiago, son las capas de información en tiempo real que aporta el móvil. De momento, el terminal ofrece poco más que una breve reseña del monumento, pero el año (santo) que viene, si el Xacobeo apoya el proyecto, activando las diferentes capas el peregrino podrá consultar los horarios de las misas con botafumeiro o lo que cuesta pasear por la cubierta de la seo.

Detrás de esta escena, que dentro de España se ha repetido cerca de 70.000 veces desde septiembre, se esconden las historias de una holandesa y dos gallegos. La primera, Claire Boonstra, veranea en España, es aficionada al Camino y cofundadora de una empresa, SPRXMobile, que lanzó desde su país a principios del pasado verano el Layar, una aplicación informática capaz de aumentar la realidad en los móviles. Los segundos, dos geógrafos, Antonio Fraga y Xaime Garaboa, que cuando aún eran alumnos de la Universidade de Santiago ya tenían claro que al terminar la carrera no iban a opositar a maestros, porque con sus estudios también podían ser empresarios y generar empleo.

Xaime, después, se fue a Alcalá para cursar ingeniería cartográfica y, al regresar, él y su amigo se pusieron manos a la obra, con sus dos PC, en la sede de la Feuga (Fundación Empresa-Universidade Galega). Casi siete años después, la empresa que fundaron, Signo-Ingeniería del Territorio, tiene 14 geógrafos e informáticos en plantilla y estrena oficinas de diseño, con vistas a la catedral "y con calefacción" en la Praza de Galicia, en el corazón de Santiago.

Antonio se autodefine como "early adopter", el nombre con el que las empresas tecnológicas llaman a los primeros usuarios, los (en sus propias palabras) "freakies" que se abalanzan a las tiendas cuando sale el último grito en cacharros informáticos. Llevaba tiempo siguiendo de cerca los avances de la empresa holandesa, y cuando presentaron el Layar estuvo allí. Signo fue la primera firma de España, y una de las primeras 50 del mundo, en conseguir una clave de socia para desarrollar la aplicación con información sobre lugares de interés dentro de España, y sobre todo de Galicia. Desde septiembre, con seis empleados haciendo el trabajo de campo, Signo ha georreferenciado 3.000 puntos del Camino Francés, y ha llegado a un acuerdo con Booking, un portal que permite obtener información de 70.000 hoteles en el mundo ("muchísimos de ellos en Galicia") y reservar habitación por medio de la realidad aumentada.

Basta con orientar el teléfono en una dirección, y sobre la pantalla se marcarán numerosos puntos que representan los alojamientos que se ofrecen en la zona. Ahora, los gallegos se han presentado a una convocatoria de ayudas para I+D de la Sociedade de Xestión do Plan Xacobeo y, si la Xunta acepta el proyecto, en 2010 los turistas y peregrinos podrán saber muchas cosas a través del móvil. Por ejemplo, cuánto cuesta y cuál es el menú del día del siguiente bar a pie de ruta, si hay concierto del Xacobeo o si de milagro queda litera libre en el próximo albergue. Antonio Fraga asegura que, si la Xunta los apoya, ellos son capaces de disparar el número de capas informativas en tiempo récord.

Aunque para acceder a la realidad aumentada hay que ser dueño de uno de los codiciados IPhone 3G de Apple (en España hay medio millón y una larga lista de espera) o de un móvil con pantalla táctil, GPS, brújula digital y sistema operativo Android. Estos últimos aumentan cada año un 900% y en Signo están seguros de que después de Reyes se van a disparar, aunque Galicia siempre vaya a remolque en estas cosas. En 2010, los usuarios serán, sobre todo, peregrinos extranjeros. De Iowa, o de París. Y es posible que al entrar en Galicia, en unos cuantos pueblos, se desesperen por la falta de cobertura. Eso no lo arregla ni el Apóstol.