_
_
_
_
_

Granjas del Deza y Tomiño crearán abonos a partir de sus residuos

Los residuos agrarios ofrecen a los ganaderos una posibilidad de autoabastecerse de abonos naturales y energía. Ahora la Federación Galega de Medio Ambiente (Fegama) ha visto en este potencial una oportunidad para proteger el medio ambiente y la riqueza del suelo. Para ello, la federación ha puesto en marcha un proyecto piloto que enseñará a los propietarios de explotaciones porcinas, vacunas y avícolas a aprovechar los residuos de sus granjas para hacer compost -abono orgánico- o incluso generar energía eléctrica para sus instalaciones.

"Al hacer compost lo que obtenemos es un producto estable, libre de patógenos, sin olor, y que se puede vender porque tiene utilidades en jardinería", explica Miguel Acuña Garaboa, uno de los técnicos que acompañará a los ganaderos en el proyecto, que se desarrollará durante tres años en otras tres granjas de las comarcas del Deza y Tomiño. De la primera fase, en la que el equipo ya está inmerso, saldrá un diagnóstico inicial sobre la calidad del suelo y los tipos de cultivo a los que se aplicará el abono. Se estudian, además, los residuos aptos para el compostaje. Y vale casi todo. No sólo el estiércol y el purín, sino también los restos de podas y cosechas o las sobras de alimentos. Los desechos vegetales y la cáscara de arroz, usada en las granjas avícolas, mejoran el compostaje porque aumentan la cantidad de carbono y reducen la humedad de los residuos. El compost aporta al suelo la materia orgánica que tanto necesita. "En Galicia ya hay muchas zonas que están por debajo del mínimo requerido para que sean productivas", asegura Acuña Garaboa. El compostaje se realizará en las propias instalaciones de los ganaderos participantes.

Este modelo de gestión de residuos permitirá a los granjeros ahorrar en energía. Será gracias a la producción de biogás, resultado de la degradación de materia orgánica, que contiene, entre otros gases, metano y dióxido de carbono. El proyecto traerá a una cooperativa de Silleda un pequeño biorreactor que permitirá emplear el biogás como calefacción o electricidad en las granjas. "Somos muy optimistas, ya que superamos el 65% de metano, el mínimo para que la producción sea rentable", asegura el técnico de la federación.

"En enero acabaremos el período de pruebas y empezaremos a compostar entre marzo y abril del año que viene", calcula Acuña, que destaca el componente "ambiental" de la iniciativa, cofinanciada por el Ministerio de Medio Ambiente. Todavía no se han elegido las explotaciones beneficiarias -la selección se hará en colaboración con las organizaciones agrarias locales-, pero serán "grandes y de régimen intensivo, porque son las que carecen de base territorial". La federación organizará además jornadas para unos 30 ganaderos, interesados en una gestión alternativa de los residuos agrarios. "Los abonos se producen en la misma zona en la que se generan los residuos, así que evitamos el transporte. A la vez -añade- prescindimos de los abonos bioquímicos, tan negativos para el suelo".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_