El japonés Yukiya Amano releva a El Baradei al frente del OIEA
En plena tormenta nuclear iraní, se produjo ayer el relevo al frente del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), la agencia de la ONU encargada de controlar la proliferación nuclear. El egipcio Mohamed el Baradei completó el lunes su tercer mandato como director general, y ayer asumió el cargo el japonés Yukiya Amano, quien fue elegido el pasado julio en una votación muy ajustada.
El Baradei deja el OIEA tras 12 años de una dirección considerada por los analistas como muy independiente y con un marcado carácter político, que le valió el Premio Nobel de la Paz en 2005 y varias fricciones con EE UU.
Amano, de 62 años, recoge el testigo en un momento de gran tensión con Irán y con un respaldo frágil. El proceso de votación que le encumbró ha puesto en evidencia la fractura política entre países industrializados y países en vías de desarrollo, que defendieron a ultranza la candidatura del surafricano Abdul Samad Minty. El primer grupo entiende el organismo sobre todo como un guardián contra la proliferación; el segundo, también como un ente que impulse el desarme.
"Amano necesitará que se recomponga esa fractura. Creo que asumirá un perfil menos político que El Baradei", comenta el español Luis Echávarri, quien fue candidato a sustituir al egipcio este año y que es director de la Agencia de la Energía Nuclear de la OCDE. "El Baradei ha sido un líder con una visión política personal. Es cierto que hay países, y no sólo EE UU, que no quieren un director con visión política. Amano será un director diferente".
