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La empresa rival de Sando en Mercasevilla sugiere un amaño

Un directivo dice que el concurso se concedió de antemano

Javier Martín-Arroyo

Las sospechas de irregularidades e imputaciones de los protagonistas se multiplican y se confirman a medida que avanza la instrucción del caso Mercasevilla. Ayer un directivo de la constructora Noga sugirió a la juez que el concurso público para la venta de terrenos por parte de la empresa municipal en 2006 estaba amañado y el ganador se comentó poco después de abrir los sobres con las ofertas.

"Al cabo de unos 15 ó 30 minutos varias personas integrantes de la mesa, empezaron a hacer comentarios. Alguien dijo que en principio parecía que se iba a adjudicar el concurso a Sando (...) Una vez que se procedió a la apertura de plicas y me dijeron que la oferta parecía que se iba a adjudicar a Sanma [filial de Sando], me marché dejando la mesa constituida (...) A lo largo de 20 años de experiencia he asistido a muchos [concursos públicos] y no he presenciado que al poco tiempo de la apertura, como ocurrió en este caso, ya hubiera una oferta inicialmente ganadora", afirmó ayer Antonio Barba, delegado comercial de Noga.

"Nunca he visto que al poco tiempo de la apertura hubiera una oferta ganadora"

El testigo no identificó el autor del comentario que apuntaba a que el concurso había sido amañado y concedía de antemano el contrato a Sando. "La persona que estaba redactando el acta (...) fue la persona junto con el señor Ripollés [el técnico José Antonio Ripollés, imputado en la causa] y otra más, la que manifestó que parecía que el concurso podía ser adjudicado a Sando".

La principal constructora andaluza, Sando, ganó el concurso pese a no presentar la mejor oferta. Mientras que el grupo Noga ofreció 158 millones y Sando 106, esta última se alzó con el concurso. La juez considera que el concurso público fue "antieconómico" e "ilegal". A pesar de que su oferta económica era a priori la más favorable para ganar el concurso, Noga no recurrió el concurso público. La Policía Judicial aclaró en un informe que el concurso se adjudicó a Sando pese a que Noga ofrecía "25 millones más por la adquisición del derecho de compra y 53 millones más por el precio final".

Por otra parte, el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Antonio Pajares, que asesoró para establecer las pautas del concurso, ofreció una declaración sorprendente. En primer lugar, aclaró que la decisión de puntuar con cero puntos a Noga en aplicación de la cláusula de "alza desproporcionada" por superar el 10% de la media, fue "una interpretación personal y no la consultó con nadie". A continuación, Pajares reconoció que no es una voz autorizada en la materia, sino en estadística: "Era la primera vez que realizaba una fórmula de baremación sobre un concurso público y seguramente, hoy por hoy, no habría aceptado hacer el informe".

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Como punto final, la juez le interrogó: "¿No le resultó absurdo que una oferta un 9% por debajo de la media obtenga la misma puntuación que otra que sea un 9% por encima de la media?". El profesor universitario admitió: "Desde el punto de vista lógico y económico no veo adecuado dicho planteamiento".

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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