La penúltima crisis es un problema local

Los inversores europeos se desayunaron ayer con una caída del 3,22% en la Bolsa de Tokio, como consecuencia de los problemas de liquidez del holding Dubai World, lo que significaba que el asunto seguía creciendo y que no quedaba más remedio que actuar en consecuencia.

La Bolsa española abrió esta sesión con un recorte del 2,07% en su índice Ibex 35, lo que le llevaba hasta los 11.415,80 puntos, y en muchos inversores despertó el temor a que la tan anunciada corrección hubiera comenzado de esta forma.

La mayoría de los mercados de valores europeos se dejó llevar por un sentimiento similar, pero los datos sobre los distintos niveles de exposición al riesgo de cada país comenzaron a llegar al mercado y el miedo dio paso a una tímida caza de gangas.

Según las informaciones que llegaban al mercado, los mayores riesgos con Dubai World se concentran en la banca del Reino Unido y tiene menor incidencia en el resto de los países europeos y en Estados Unidos. Poco a poco, los inversores se fueron calmando y los mercados registraron un cambio radical en su orientación, hasta el punto de que la mayoría de los índices pasó a terreno positivo mediada la mañana.

El Ibex 35 llegó a recuperar el 3,62% desde el mínimo intradía, para alcanzar los 11.829,20 puntos, aunque al cierre se quedó en 11.776,80 puntos, con una subida del 1,02%. Los valores medianos del mercado subieron el 0,36% y los pequeños el 0,58%.

La Bolsa de Nueva York también abrió con pérdidas en sus principales índices, pero fue remontando posiciones y con ello facilitó la recuperación de los mercados europeos, aunque al cierre de esta jornada semifestiva volvió a caer para perder el 1,48%.

Los altibajos de estas dos últimas sesiones han puesto de manifiesto dos cosas: la primera es el excesivo nerviosismo de los inversores, que se traduce en una gran volatilidad, y la segunda, que los problemas de la economía mundial justifican sobradamente ese estado de nervios.

La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta 3.220,03 millones de euros ante la decisión de muchos inversores de rehacer sus carteras, aunque las operaciones del mercado abierto apenas sumaron 300 millones de euros más que el día anterior, hasta situarse en 2.450,23 millones de euros.