El nivel del negocio es motivo de alarma
Los mercados de valores continúan adelante con el proceso de "generación de volatilidad" que ha venido a cubrir la ausencia de cualquier tipo de tendencia. A juzgar por los movimientos que vienen registrando los mercados de valores en los últimos días, a la mayoría de los inversores les da lo mismo una Bolsa alcista que una bajista, a unos porque se mantienen totalmente al margen de las actuales oscilaciones y a otros porque pescan mejor en río revuelto.
El Ibex 35 abrió esta última jornada con una incursión por encima del nivel de los 12.000 puntos que pronto dio paso a una serie de importantes altibajos, resultado de las constantes compras y retiradas de los inversores en depende qué valores y según el momento. La apertura de la Bolsa de Nueva York en la sesión previa al Día de Acción de Gracias provocó ligeros retrocesos en algunos mercados europeos que luego se arreglaron ante unos indicadores económicos razonablemente aceptables. Al final de la sesión, el Ibex 35 cerró en 11.965,80 puntos, con una subida del 0,51%. Los valores medianos del mercado español cedieron el 0,12% y los pequeños subieron el 0,15%.
Como en las sesiones precedentes, en la Bolsa española llamó la atención el bajo volumen negociado, aunque el total del Mercado Continuo ascendió a 2.481,18 millones de euros. Las operaciones del mercado abierto, que son las que mueven las cotizaciones, descendieron a 1.689,31 millones de euros, con el agravante de que entre cinco valores concentraron el 70% de esa cifra.
Entre los indicadores económicos que consiguieron animar el cierre de los mercados europeos, todos ellos publicados en Estados Unidos, destacaban el descenso en las solicitudes semanales de desempleo, el incremento de los gastos personales y la venta de viviendas nuevas, mientras que los pedidos de bienes duraderos y la confianza de los consumidores actuaron de freno.
Para algunos observadores, los grandes inversores han trasladado su actividad desde los mercados de valores a las materias primas y los mercados de divisas, en parte porque esperaban una corrección inminente y, también, porque después de una temporada de tranquilidad hay más alicientes en aquellos productos. Aun así, la facilidad con que la renta variable se mantiene en zona de máximos se utiliza como argumento para mantener posiciones.
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