Líderes estudiantiles y candidatos 'abertzales'
Los radicales llaman a la movilización y Aralar y PNV cuestionan la redada
La madrugada de ayer fue una de las de mayor despliegue policial que se recuerdan en Euskadi. En torno a 950 agentes, entre efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, tomaron parte en el dispositivo más importante de los llevados a cabo hasta la fecha contra la principal cantera de radicales de la que se abastece ETA. En total, dieciséis municipios, trece vascos (Vitoria, San Sebastián, Rentería, Andoain, Tolosa, Billabona, Zaldibia, Amezketa, Sestao, Iurreta, Zamudio, Galdakao y Elorrio) y tres navarros (Pamplona, Barañain y Burlada), fueron escenario de una espectacular operación que permitió 34 detenciones y casi un centenar de registros, entre domicilios y distintos locales. El otro arresto se produjo en la localidad vasco-francesa de Hendaya.
Fue una intensa noche que se inició con la madrugada. La Guardia Civil asumió la captura de la cúpula de Segi, mientras que el Cuerpo Nacional de Policía hizo lo propio con los militantes curtidos en la violencia callejera. Cinco de los arrestados llegaron a integrar listas ilegalizadas de la izquierda abertzale, mientras que otros dos ya fueron detenidos en 2007 por colaboración con banda armada al tratar de acceder por la fuerza al Ayuntamiento de Pamplona. Además, varios han ocupado cargos de representación estudiantil en la universidad.
Pese al intempestivo horario, la actuación policial no pasó inadvertida y motivó gritos de repulsa por parte de los allegados de los arrestados. Dos personas fueron detenidas en la localidad vizcaína de Lekeitio por increpar a los agentes. Los ánimos se calmaron con el tiempo. La comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en San Sebastián, como centro de operaciones, vivió una actividad frenética a lo largo de la mañana, con un constante ir y venir de agentes encapuchados y cargados con el material incautado. Pero los transeúntes ni siquiera alteraron su rutina.
Tras tener conocimiento de la operación, la izquierda abertzale acusó al PSOE de "cerrar todas las posibles soluciones mediante la fuerza" y realizó un llamamiento a la movilización. Aralar consideró que la "criminalización" de la juventud persigue "entorpecer el proceso interno de Batasuna" y el PNV confió en que las detenciones estén "razonadas" y no motivadas por salir en "la foto".
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