Multada por no podar

Sant Joan Despí tiene una ordenanza cívica que ha entrado este año en vigor. Y la aplica. ¡Que se lo digan a M. R., una vecina a quien le han caído 300 euros de multa por no haber podado en su día una buganvilla! La denuncia, fechada el 27 de octubre, lo dice bien claro: se trata de una infracción del artículo 47.10 por "no podar la plantas del vallado que sobresalen a la vía pública". El 17 de noviembre, el concejal de Seguridad Ciudadana ratificó la denuncia y le comunicó que, si no hay alegaciones que justifiquen una decisión distinta, el alcalde resolverá el expediente sobre la base de la documentación que acredita que ella es autora de la infracción citada.

Sant Joan Despí (Baix Llobregat) es una población con un centro donde aún se conservan casas de escasa altura rodeadas de un jardincillo. Es el caso de la vivienda de M. R., en la calle de Jacint Verdaguer. El jardín está separado de la vía pública por un murete de obra de unos 20 centímetros de anchura y sobre un metro de altura, que se prolonga con una valla de madera, situada en la parte interior. La buganvilla sobresalía, según una fotografía que muestra la vecina sancionada, unos dos palmos de la valla interior y como mucho unos 25 centímetros de la exterior. "Un agente cívico le requirió la poda dos veces", señala un portavoz municipal. "No lo hizo y ha habido que sancionarla. Las normas están para cumplirse".

En lo que va de año se han producido en la población unas 200 quejas de ciudadanos que andan por las aceras y las encuentran ocupadas. Y el Consistorio ha decidido aplicarse y lograr que se mantengan expeditas. "Ayer mismo, una comunidad de vecinos, mediante una nota, nos reclamó esta medida", señala el portavoz. Con todo, las quejas no llegan casi nunca a la sanción "porque la mayoría de la gente atiende al requerimiento".

La vecina aduce que la buganvilla superaba la valla, pero no impedía el paso, y menos el día de la denuncia, cuando la calle estaba en obras, y parte de la acera, impracticable por levantada.