El PP se pertrecha para tratar de recuperar Álava en 2011

"Este congreso tiene dos caras: Javier de Andrés y Javier Maroto", dijo ayer el presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, en la clausura del congreso provincial en el que fue reelegido presidente con el 92% de los votos de los 250 compromisarios. Alonso lanzó así a sus candidatos para las elecciones forales y municipales. Todo está claro, y más aún con ese espaldarazo. Álava es la gran esperanza del PP, el único territorio desde el que puede hacerse presente en el entramado de poder institucional, ahora repartido exclusivamente entre PSE, en el Gobierno, y el PNV, en las diputaciones.

Javier de Andrés repite como secretario general y aspirará a la Diputación. Javier Maroto deja su cargo en Organización para pasar a ser vicesecretario general y portavoz. Con esta última función cobrará una visibilidad añadida a la de ser cabeza de filas del grupo municipal, con la que se lanzará a la batalla por la alcaldía de Vitoria. Ha sido el autor de la ponencia política aprobada ayer, que fija el objetivo de gobernar Álava como el santo y seña del próximo año y medio. En ella se afirma que el PSE-EE ha perdido la legitimidad de aspirar a liderar el cambio en Álava por haberlo "bloqueado" ahora. El PNV es en ese territorio, dijo Alonso, "una reliquia del pasado, lo que queda de Ibarretxe después de Ibarretxe", y la cabeza de un Gobierno foral apoyado en "el 17% de los votos" que acaba de zanjar sus presupuestos de manera "fratricida y sanguinaria", en referencia a la expulsión de Aralar. La alternativa deberá llegar del PP, y el PSE deberá apoyarla abandonando su proyecto "personalista", una alusión nada velada a su secretario general, Txarli Prieto, que neutralizó antes del verano el intento del PP de ver pagado su apoyo a Patxi López con el apoyo a una moción de censura conjunta para sacar al PNV de la Diputación.

Alonso no dejó de recordar al presidente de su partido, presente en el acto, que Álava "apostó por Antonio Basagoiti desde el primer minuto" tras la crisis generada por la dimisión de María San Gil hace año y medio. Y le adelantó que se dejará "el pellejo" para que el PP sea la alternativa. Basagoiti recogió la alusión: ahora la cuestión "no tiene más vuelta", admitió. Pero "el cambio tiene una deuda pendiente con Álava", dijo también. Esa deuda será saldada "porque nadie ha hecho más por el cambio que ese territorio", añadió, en referencia a los decisivos escaños que la mayoría no nacionalista alavesa aporta al Parlamento vasco.