Pello Irazu enfrenta sus esculturas con la ligereza del dibujo
Las esculturas de Pello Irazu (Andoain, 1963) contrastan con la ligereza de los dibujos de grafito que desde ayer se exponen en la galería Carreras Múgica (Henao, 10. Bilbao). Son dibujos muy sutiles que surgen de la superposición de finas capas de papel, pero Irazu advierte que nunca fueron creados como collages, sino como un soporte físico que permite ir construyendo la obra. La exposición de Irazu permanecerá abierta al público hasta el 8 de enero de 2010.
La instalación Descendimiento (2009), formada por varias piezas de aluminio y bronce, entre ellas una escalera, forma el corazón de la muestra. La verticalidad de los elementos de aluminio se compensa con la densidad de una pieza fundida en bronce, colocada sobre el suelo. Irazu expone además esculturas que surgen del ensamblaje de formas existentes con otras fundidas.
Entre las piezas incluidas en la exposición, está también una serie de dibujos realizados sobre páginas de períodico. Irazu es un lector de prensa que acostumbra a guardar recortes de noticias cuyos contenido no responde a las expectativas creadas por la contundencia de los titulares. "Fuera de su contexto, la página de periódico deja de funcionar como un texto y empieza a funcionar como una imagen", explica el artista. "Sin sus referencias, adquiere sentidos diferentes". Irazu habla de crear "un nuevo mapa" sobre el papel impreso, fuera de las reglas de la prensa, que consigue con la superposición de franjas de pintura de color.
La obra expuesta es parte del trabajo realizado por Irazu en los dos últimos años, y llega tras la muestra Vivir sin destruir que presentó en el centro Koldo Mitxelena de San Sebastián el pasado verano, en la que, además de escultura y dibujos se pudo ver fotografía tratada con pintura.
