Brufau propondrá un dividendo a cuenta en Repsol de 0,425 euros
El pago se adelantará a diciembre para evitar la subida de impuestos de 2010
El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, propondrá al consejo de la compañía, en la reunión prevista para la próxima semana, el pago de un dividendo a cuenta de los beneficios del año 2009 de 0,425 euros brutos por acción, equivalente a unos 519 millones.
Dicho así, en frío, el dato sólo podría interesar a los accionistas y analistas. Pero hay algo más. Porque es un 19% inferior al del ejercicio anterior (0,525 euros); porque tradicionalmente el dividendo a cuenta supone la mitad del dividendo total (lo que elevaría el dividendo de 2009 a 0,85 euros) y porque se pagará en diciembre en lugar de enero para evitar la anunciada subida de impuestos en 2010. Pero, además, la aprobación del dividendo forma parte de un pulso intenso. El que protagoniza Brufau, el gestor, con Sacyr Vallehermoso, primer accionista con el 20%, por delante de La Caixa-Criteria (14%).
Brufau quiere mantener el grueso de las inversiones previstas en el Plan Estratégico 2008-2012 (32.800 millones), ajustar la distribución de beneficios a un ejercicio difícil -1.257 millones de beneficios hasta septiembre, un 55,4% menos- y sostener activos antes que malvenderlos. Mientras, y aunque oficialmente Sacyr Vallehermoso guarda silencio, no ha negado que habría reclamado a Brufau mantener, al menos, el dividendo de 2008 (1,05 euros). Porque los tiempos son duros y quien invierte quiere la máxima rentabilidad. Más aún cuando, como es el caso de Sacyr, debe una suma importante a la banca: cerca de 12.000 millones, según los datos publicados.
Que hay una pugna en marcha es evidente. Basta con observar cómo se recaban apoyos y cómo se leen con lupa los informes de los analistas. Ayer, por ejemplo, un informe de Citi difundido por Europa Press respaldaba en cierta forma la tesis de Brufau al explicar que, dada la caída del beneficio y el deterioro de los datos financieros de Repsol, el recorte del dividendo debería ser incluso mayor: de 0,3 euros por acción. Claro que desde Sacyr se hacía hincapié en otro extremo del informe: el que elevaba el precio objetivo de las acciones de la constructora de 9 a 11 euros.
Están en liza hasta los sindicatos. FIA-UGT en Repsol aprobó ayer una resolución de urgencia en la que mostraba su rechazo "a la posición que está manteniendo el socio de referencia Sacyr ante el reparto de dividendo". Y ¿qué dice el segundo gran accionista, La Caixa-Criteria? Las fuentes de la entidad consultadas fueron rotundas: apoyará y votará a favor de la propuesta que lleve al consejo Brufau. Con la seguridad, añadieron, de que Brufau tendrá en cuenta el interés de todos los accionistas. Por supuesto, la frase se presta a interpretaciones. No puede ser de otra forma cuando se está hablando, al fin, de dinero.
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