Disección de un incesto

Dos hermanos enamorados que mantienen relaciones sexuales en Lisboa y un sacerdote colombiano que se enfrenta a las guerrillas que atemorizan a su pueblo. Dos historias que lo único que tienen en común es el soporte: la pantalla. Se trata de los argumentos de las películas que se presentaron ayer en Huelva dentro de la sección oficial de la 35ª edición del Festival de Cine Iberoamericano: Como desenhar um círculo perfeito (Portugal) y La pasión de Gabriel (Colombia).

En el patio de la Casa Colón, sede del certamen, la productora del filme portugués, Pandora da Cunha, levanta las cejas, divertida, cuando se le pregunta si el sexo entre los hermanos, que además son gemelos, se muestra explícitamente en la película. "Sí, sí, se muestra, finalmente hay relación", dice entre risas. El escándalo está asegurado. Pero lo más destacado de esta "historia intimista" con una bella fotografía es, según Da Cunha, "el fuerte lenguaje estético, los silencios, la pintura, la búsqueda obsesiva". En este caso la obsesión es del joven Guilherme, que no se rinde hasta conseguir la consumación física del amor que siente por la temerosa Sofía, su hermana.

El colombiano Luis Alberto Restrepo dirige un filme sobre la guerrilla

Del director Marco Martins, ya conocido por el filme Alice (2005), "la historia traslada al espectador a otra realidad, más mágica, más plástica". Su título proviene de la capacidad que tienen los dos protagonistas de saber dibujar, a mano levantada, "círculos perfectos". La joven productora, de 31 años, cuenta que en EE UU existen concursos de este tipo de "arte circular" y que consiguieron traer al ganador para enseñar a los actores. La exploración de los límites aporta otro de los atractivos evidentes de la cinta. "Porque también hay que ver películas para sentir, no sólo para entretenerse u olvidar", sentencia la productora.

El director de La pasión de Gabriel, el colombiano Luis Alberto Restrepo, también ha viajado hasta Huelva. En la Casa Colón, con un café en la mano, escucha con los ojos como platos, las características del filme portugués. "Mi película es completamente diferente", admite con un suspiro. "Es la historia de un hombre bueno, un sacerdote un tanto ingenuo pero muy valiente que cree poder cambiar el mundo", explica Restrepo con una sonrisa. "El padre Gabriel no acepta las cosas tal y como son, con todo el sufrimiento que provocan los enfrentamientos entre la guerrilla marxista, el ejército, los paramilitares...", afirma el director. ¿Y consigue cambiar algo? "No, las circunstancias acaban afectándolo a él de forma dramática", adelanta el creador de esta dura historia. Inevitablemente, Restrepo acaba refiriéndose a la situación política de su país.

"Colombia y Venezuela somos países hermanos pero hemos aprendido a vivir bajo cualquier circunstancia, lamentablemente", reflexionaba en alto. Para interpretar a Gabriel se eligió a Andrés Parra, "un gran talento". El actor colombiano acaba de recibir el galardón al mejor actor en el Festival de Cine de Guadalajara (México).

Para hoy está prevista la proyección de otras dos películas competidoras por el Colón de Oro del Festival: Francia (Argentina) y Crónicas chilangas (México). Entre las actividades del certamen destacan la celebración del 3º Encuentro de Crítica Internacional, organizado por la UNIA; la proyección del primer bloque de cortometrajes de la sección oficial y, por último, la entrega del premio Ciudad de Huelva al actor portugués Joaquim de Almeida con la proyección, a continuación, de la película El corazón de la tierra (2007), dirigida por Antonio Cuadri.