La razón le puede a la fuerza
España dominó la mayoría de registros contra la dura Argentina - La FIFA supende a Maradona dos meses por sus insultos - Portugal es la única de las grandes que tiene comprometida su clasificación para el Mundial
Aunque amistosos, hay partidos que se necesitan ganar por exigencias del cartel. La federación española invitó a Argentina para celebrar su centenario y también los 100 partidos de Iker Casillas. Un momento tan solemne requería una respuesta futbolística inequívoca y la selección ofreció una actuación estupenda, sobre todo por la naturalidad con la que procedió según las necesidades del partido. Admirable en la búsqueda del triunfo al inicio, supo sufrir cuando concedió el empate a mitad de camino por la bravura del contrario y se mostró irreductible en el momento de negociar el resultado. Los mejores encuentros tienen sus picos de juego y el del Calderón no fue una excepción. Argentina fue toda toro y España estuvo muy torera.
Rodeado de medios y asegurado el juego de posición, Alonso tuvo toque, llegada y tiro
Aunque de vez en cuando pueden darse chascos como el de Estados Unidos en la Copa Cofederaciones, España es hoy una selección que tiene muy buen gusto por el fútbol y es extremadamente competitiva. No hay dudas sobre el estilo ni tampoco sorpresas en las listas de convocados. A cada jornada se gana un futbolista para suerte de un equipo que se enriquece con el paso de los partidos. Del Bosque ha recuperado ahora a Jesús Navas y, a falta del Niño Torres, bien puede jugar Negredo o formar con cinco medios.
Pocos ejemplos son más reveladores que el de Xabi Alonso. El partido del volante contra los argentinos debería ser un punto de referencia para Pellegrini en el Madrid. Rodeado de medios y asegurado el juego de posición con Busquets, Alonso tuvo quite, toque, despliegue, llegada y tiro: marcó los dos goles. Desde la racionalidad futbolística, con mucha finura, la selección española transmite tanta confianza que la victoria se da por descontada incluso en las circunstancias más adversas.
La furia ha dejado de ser española para convertirse en Argentina. Fuerte físicamente, la albiceleste pegó y se batió con orgullo y malicia, hasta cierto punto de forma barriobajera, circunstancia sorprendente en un equipo entrenado por Diego Armando Maradona y liderado por Leo Messi, rotundo en la celebración del gol de penalti y, en cambio, liviano en el juego porque apenas regatea, desborda poco y se aburre mucho. Ocurre que Maradona, a sus 49 años, bilardea más que nunca y su gestualidad en la cancha y sus conferencias de prensa tienen más impacto que su ideología futbolística. La FIFA decidió ayer suspenderle dos meses y multarle con unos 16.500 euros después de celebrar la clasificación de Argentina para el Mundial 2010 con su ya célebre "que la chupen y la sigan chupando".
A la afrenta argentina respondió la selección española con lucidez, ingenio y también con entereza, dispuesta a no ceder ni un palmo ni a darse un respiro, un detalle muy a tener en cuenta para cuando se presenten partidos oficiales tan duros como el amistoso del Calderón. España es en la actualidad un equipo tan fiable como su capitán, Casillas, el mejor sucesor de Zubizarreta, Arconada, Iribar y Zamora. Cinco porteros para 100 años de historia de una selección que después de levantar la Eurocopa camina confiada hacia el Mundial. A la espera del resultado de Portugal en Bosnia, en Suráfrica no faltará ninguno de los grandes equipos, con España a la cabeza.
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