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Reportaje:

"No a los guardarraíles asesinos"

Miles de motoristas recorren varias calles de Madrid para exigir más medidas de seguridad en las carreteras españolas y respeto a otros conductores

Pilar Álvarez

María Sayago hace cuentas con el casco puesto junto a una Kawasaki negra que ya ruge. "Llevo muchos años de motera, he paseado la barriga de mis hijos cuando estaba embarazada y los tengo ya casados". Esta ama de casa, de 58 años, mujer y madre de motoristas, no se ha perdido una sola protesta. Esta tampoco. Está en medio de la concentración, en los aledaños del estadio Santiago Bernabéu, donde ayer acudieron miles de motoristas para exigir más seguridad y respeto en las carreteras españolas y contra "los guardarraíles asesinos".

Los organizadores de la IV Manifestación Motera Nacional leyeron en un escenario junto al estadio. Voz en grito, con los cascos en alto y la música de AC/CD tronando detrás, reclamaron la dimisión de Pere Navarro, director general de Tráfico. También guardaron un minuto de silencio por las víctimas. Entre enero y septiembre de 2009 murieron en las carreteras 184 motoristas, según datos de la DGT.

A las 16.30 recorrieron 12 kilómetros por un itinerario cortado al resto del tráfico entre Concha Espina, Arturo Soria, Alcalá y Joaquín Costa. Reivindican guardarraíles dobles en los arcenes que no sean trampas mortales para el que va sobre dos ruedas.

Los metálicos que dejan un hueco hasta el suelo "cortan como un cuchillo", señala David Serrano, de 24 años. Sentado en su silla de ruedas, junto al escenario con la música a todo gas, explica el accidente que sufrió en la Cruz Verde en 2007 y que le dejó tetrapléjico. Se le cruzó otra moto cuando iba subido en la suya. La evitó y cayó al suelo, directo al guardarraíl que le partió el casco. Se dañó la sexta vértebra y se rompió la mandíbula. Pasó 10 meses en el hospital nacional de tetrapléjicos de Toledo. "Estoy aquí para evitar que le pase a más gente y reclamar más medidas", proclama. Echa de menos la moto y, si pudiera, volvería a subir. Como hizo Rosa Dabauza, motera desde hace más de 20 años. Sufrió un accidente "por culpa de un borracho" hace una década. Perdió parte de una pierna y tardó en recuperarse, pero se subió de nuevo a una moto. "Volví porque lo necesitaba". Tiene una Harley Davidson negra que usa a diario. Cuando viaja pide sobre todo una cosa: "Lo que más me preocupa es que hay conductores que no te respetan y te pasan a menos de 15 centímetros, pido más respeto".

La voz de Dabauza, rubia con mechones rosas, se mezcla con la de Juan Boria, que habla desde el escenario. "Sólo queremos decirles a los señores sentados en sus despachos que el que va en la moto tiene los mismos derechos que los demás conductores", reclama Boria, uno de los organizadores de la marcha de Lucha Motera, sobre el escenario. Habla detrás de un modelo de quitamiedos doble que, explica, reduce la fuerza del impacto y que "sólo puede verse en carreteras de Madrid y Murcia". Madrid dispone de 40 kilómetros de tramos protegidos con guardarraíles dobles, según datos de la Consejería de Transportes e Infraestructuras.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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