La unión, pendiente de los idus de marzo
Sólo deben cuidarse de los idus de marzo. Si a Julio César le esperaba el Senado, a Iberia y British Airways les aguardan los administradores de los fondos de pensiones de la británica. Para el comienzo de la primavera tendrán, según fuentes conocedoras de la operación, un acuerdo con la aerolínea para financiar el agujero negro de 2.660 millones de libras (2.976 millones de euros) que acumula a 30 de septiembre pasado.
Cuando conozca en detalle la solución, Iberia la estudiará durante unas semanas para decidir si se acoge a la salvaguarda que se estableció en el acuerdo de fusión firmado el jueves pasado, que le permite romperlo sin penalización si no le satisface el arreglo, que debe contar con el visto bueno de la autoridad británica.
El déficit del fondo de pensiones subió 1.670 millones en sólo seis meses
Ese acuerdo sobre las aportaciones de la aerolínea, junto con el pacto sobre qué bases se utilizarán para la revisión trianual del fondo (edades de retiro, esperanza de vida, proyecciones del comportamiento de los mercados), son esenciales para lograr un diagnóstico sobre las necesidades a más largo plazo y saber si el fondo será capaz de pagar las pensiones en el futuro. La ley obliga a que esa revisión finalice antes del 30 de junio.
En su informe anual aprobado en junio pasado, los administradores preveían que las negociaciones con British durasen al menos hasta final de año, pero no llegará antes de marzo.
Las fuentes consultadas consideran improbable la ruptura, toda vez que la española ya posee "una idea aproximada" de por dónde irá la solución y "no va a haber problema". El presidente de los fideicomisarios (elegidos al 50% por los trabajadores beneficiarios y la aerolínea) es Roger Maynard, miembro del consejo de administración de Iberia.
En todo caso las capitulaciones incluyen la prohibición expresa de utilizar fondos o garantías crediticias de Iberia (que tiene una caja disponible de algo más de 1.500 millones de euros) o de la nueva sociedad para financiar el fondo de pensiones de BA.
Lo que sí está asegurada es la bronca conyugal. Mientras Iberia no contempla firmar la fusión antes de que se resuelva el futuro de las pensiones de BA, el consejero delegado de la británica, Willie Walsh, tiene prisa por hacerlo antes. Insistió el viernes en varias ocasiones ante los analistas en que espera que el acuerdo definitivo de fusión esté firmado en febrero, pese a que para entonces aún no esté del todo resuelto el problema del déficit del fondo.
Walsh detalló que esperan terminar las revisiones contables (due dilligence) de ambas compañías en el primer trimestre de 2010, firmar el acuerdo de fusión en febrero, reunir a las juntas de accionistas en el verano y cerrar el acuerdo en el cuarto trimestre. "Si podemos hacerlo más rápido, seguro que lo haremos", dijo. El acuerdo firmado el jueves por los consejos de administración pone como límite noviembre de 2010.
Por otro lado la evolución de los mercados en los próximos meses será clave en la valoración contable de los activos del fondo, que según el último informe de los administradores consisten en un 62,4% en acciones. Las cúpulas de ambas aerolíneas confían en que las Bolsas se recuperen lo suficiente para aliviar el déficit, que se incrementó en 1.493 millones de libras (1.670 millones de euros) de septiembre a marzo.
Fuentes sindicales explican que este mismo fin de semana se esperaba un principio de acuerdo de British Airways con sus pilotos (apenas el 10% del total de beneficiarios) respecto a las aportaciones relacionadas con ese colectivo al deficitario fondo de pensiones (el más antiguo de los dos que tiene British, ambos cerrados a nuevos miembros, no está en números rojos).
Mientras llegan -y esperando que pasen- los idus de marzo, los gastos financieros vinculados a las pensiones apuñalan las cuentas de BA: 100 millones de libras en el primer semestre fiscal, frente a 13 millones del mismo periodo del año anterior.
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