El tráfico de las autopistas cae en picado, sobre todo el de camiones

La crisis tiene diferentes recorridos. Uno es el de las autopistas. En los nueve primeros meses del año, sólo una concesión ha registrado aumento de usuarios: el túnel del Cadí; el resto presenta cifras negativas, especialmente en lo referente a los camiones. El túnel del Cadí es realmente una anomalía. A lo largo de este año sólo ha experimentado descensos de tráfico en los meses de marzo a junio. El resto del año crece con un incremento acumulado a 30 de septiembre del 3,08% y un crecimiento punta en abril del 30,63%, debido a la confluencia de la Semana Santa y una temporada de esquí inusualmente larga. En cambio, el otro túnel que explota una empresa de la Generalitat, el de Vallvidrera, ha registrado un descenso del 5,16% en los nueve primeros meses de este año. Sólo en marzo tuvo un registro positivo, con 36.869 vehículos de media diaria, frente a los 34.202 del año pasado. El resto del año, siempre negativo.

Entre Tarragona y Castellón circulan cada día un 24,7% menos de camiones

Las autopistas de ACESA (la AP-7, la AP-2 y la del Maresme) también han perdido tráfico: un 6,17% de media. En este caso el comportamiento de camiones y vehículos ligeros es muy diferente. Los primeros caen el 18,7% mientras que motos y turismos descienden sólo el 4,5%. Estos vehículos suponen el 86,2% del total de estas vías.

La autopista con más tráfico en Cataluña es la AP-7, en su tramo Barcelona-Tarragona. Cada día la utilizan de media 56.514 vehículos. El 83% son turismos y el resto camiones. También en este caso el comportamiento de los camiones fue a la baja en porcentajes muy superiores a los del vehículo ligero, lo que supone un descenso global del 7,1%. Los primeros cayeron un 16,7%, y los segundos, el 4,7%. En el tramo de Barcelona a la frontera francesa, el descenso global fue menor: 5,9%, y lo propio ocurrió con los turismos y los camiones aunque, una vez más, el descenso de éstos (14,3%) fue muy superior al del resto (3,4%).

La autopista del Maresme, con 54.025 usuarios de media al día, tuvo un comportamiento más moderado: los turismos apenas experimentan variación respecto a los nueve primeros meses de 2008: caen, pero sólo del 1,2%. Los camiones también se mantienen, ya que sólo caen el 10%. El resultado global es un descenso del 3,9%.

El otro tramo de la AP-7 (desde L'Hospitalet de l'Infant hasta el límite de Castellón) no es explotado por ACESA, sino por Aumar (ambas del grupo Abertis). Es donde se aprecia mayor descenso global dentro de la AP-7: 10,8%, aunque inferior al sufrido por la vía de Aucat (la del Garraf), que perdió el 11,8%. En el tramo que gestiona Aumar, los vehículos ligeros caen el 8,6%, y los camiones, el 24,7%. La autopista del Garraf, una de las pocas donde el tráfico ligero supera el 90% (la otra es la del Maresme), presenta cifras muy negativas. La caída media (11,8%) es la más alta de todas las autopistas catalanas, arrastrada tanto por el descenso de los turismo (10,6%) como por el de los camiones (22,7%).